México, DF a 14 de marzo de 20009. No se como poder explicar todo lo que me esta pasando en esta vida, todas aquellas cosas magnificas que me han sucedido… Me llamo Alberto, tengo 32 años, soy una persona muy feliz, pero sobretodo con unas profundas ganas de seguir viviendo con mi amada Mariana, esa maravillosa persona que a llenado mis más plenos años de vida, ella es mi esposa. Quiero volver a vivir los momentos mas lindos que e pasado junto a ella; platicándote amigo lector esta impactante historia. En aquel tiempo yo tenia 17 años apenas era un joven pachanguero con ganas de devorarme la vida de un solo bocado sin masticar y saborear a la vez cada instante de cada momento mágico. Yo veía a la vida como un problema. Todo comenzó al sonar el despertador el día 3 de octubre de 1995 a las 6:00am, fue un día en los que no quieres ni despertar porque sientes que te has levantado con el pie izquierdo, como aquellas mañanas llenas de flojera, era un día lluvioso lleno de neblina. Esa mañana por fin al poderme parar de esa deliciosa cama, corrí al baño a darme un regaderazo, a lavarme los dientes. Minutos más tarde baje a desayunar y después me fui a la prepa. Yo tenía una suerte en esa prepa, era el chico más popular y andaba con la chica más deseada por todos, su nombre era Sofía. Todas las chicas morían por tener aunque sea una cita y eso me llenaba de vanidad y me sentía el chico más feliz pues era todo un galán… Llegue a mi salón y según yo no había nadie dentro de el, me puse en mi lugar favorito, acomode mi mochila y al momento que iba a salir me tope con la mas horrenda… con Mariana la chava menos popular y odiosa no nadamas de mi salón si no de toda la preparatoria. Esa chica era muy rara, era penosa, tímida, insignificante para todos, pero lo principal es que era muy fea. Usaba unos lentes de fondo de botella los cuales no le permitía presumir esos ojos grises, vestía de una forma indeseable para cualquier chica y para el colmo cuando me la tope me dijo: - Hola. Yo no supe que hacer, si contestarle o no. - Hola Yo salí de prisa para que nadie me viera platicando con ella porque la verdad me daría muchísima pena, como yo el más galán platicar con esa… Sabia muy pocas cosas de ella, era la persona más inteligente de mi salón, vivía con su papá; el señor Vicente; el señor tenia una fama de ser muy gruñón, Mariana solo vivía con el porque su mamá había fallecido cuando apenas tenia 5 años de edad, decían mis compañeros que a lo mejor ella tenia esas actitudes por lo mismo, pues le faltaba el amor, comprensión y apoyo de su mami, además Mariana tenía 16 años.
No se en ese momento después de que me saludo quise salir huyendo pero no lo hice porque algo dentro de mi me dijo que no debería ser mala onda con ella, que ella nunca me había hecho nada como para negarle una platica. - ¿Qué me cuentas Mariana, como has estado? - Oye ¿me hablas a mi? - Claro, te llamas Mariana no? No comprendí su actitud me puso muy nerviosa y no supo que contestarme, a mí se me hizo que como que yo le gustaba, pues si así no hubiera sido no se hubiera puesto así de nerviosa. - Mira Alberto no hay nada que contarte y sabes mejor aléjate de mi porque tus amigos ya vienen y te va a dar vergüenza que te vean conmigo. - No no digas eso, que tan patán me crees? - No claro que no así como patán no pero mejor vete sale, luego platicamos. - Esta bien Mariana, solo quiero que sepas que no soy como crees eh!
Empezaron las clases y el profesor de matemáticas, el llamado Benjamín nos entrego el examen que nos había aplicado el jueves de la semana pasada y como siempre lo volví a reprobar, no comprendo que me pasa no puedo sacar ni por lo menos un bendito siete, ya estoy arto, pensé que además si no le echaba ganas a ese semestre mi papá no me compraría el auto convertible que me prometió, no sabía que hacer; así que me la pase piense y piense lo que haría tenía que lograr mi objetivo. De pronto se me ocurrió una gran idea y se la comente a mi novia Sofía. - Oye Sofi ya se lo que voy a hacer para salir con mejor calificación en matemáticas. - A ver dime mi príncipe, que gran idea se te ocurrió? - Mira, le pediré ayuda a Mariana, ya vez que a ella se le dan muy bien estas cosas de la algebra no? Además creo que si me ayuda y no me dirá que no. - No no, no lo puedo creer, no inventes Alberto, como a ella, se que yo no se ni que onda con ese tema pero con tal de que no le pidas ayuda a esa te prometo ponerme a estudiar para yo misma enseñarte OK. - Oye Sofi cálmate, porque no quieres que me ayude Mariana, es por lo que dicen de ella verdad? - No es que no es eso, de plano no sabes porque? - No lo se, a poco estas celosa? - Celosa yo, como crees y menos de esa idiota, yo se que ella no te llama la atención por lo horrible que es eh, ella no es tu tipo lo se perfectamente. - No manches Sofía, en serio te pasas, eso es lo que odio te ti, aborrezco ese gran defecto tuyo, me choca que siempre te refieras a una persona de esa forma, ojala y un día no me pierdas por eso eh porque sabes muy bien que odio eso. - Ahora sales defendiendo a esa tonta, perdóname amorcito pero es que es la verdad, sabes que has lo que quieras, si quieres que todos se enteren y te vean con ella y que se burlen de ti pues córrele a pedirle ayuda. - Claro que haré lo que yo quiera, te parezca o no te parezca, adios nos vemos en la noche. No se que me paso en ese momento, dentro de mi había algo que me había hecho sentir mal por todo lo malo que había dicho Sofía de Mariana, todo era mentira. Esa mañana de ese mismo día cuando platique con Mariana algo me dijo que era una buena y agradable chica, solo que su defecto era la timidez y otra verdad que descubrí era que no era fea como toda la preparatoria decía. Llego la hora de la salida y corrí a alcanzar a Mariana. - Mariana espera espérame por favor… - Que pasa Alberto? - Es que te quiero pedir un gran favor, pero prométeme que me dirás que si.
Ella me mostró otra vez que estaba muy nerviosa, pero me sonrió, fue una sonrisa hermosa que no e olvidado. - Depende de que sea Alberto, a ver dime. - Lo que pasa es que quiero ver si quieres y si puedes ayudarme a estudiar algebra, es que la verdad soy un tonto y no entiendo nada. - Mmm mira Alberto yo… - Ah esta bien Mariana comprendo, mejor voy a conseguir a alguien que me ayude. - No Alberto no quise decirte que no, lo que quiero decirte es que si quiero y por supuesto que puedo. - Ah OK esta súper, muchas gracias, cuando nos vemos o que? - Ya se, que te parece hoy a las 4:00pm en mi casa ya sabes donde vivo no? - La verdad no pero si te parece llevare a mi amigo Eduardo, el si sabe, pues vive muy cerca de donde esta tu casa, el me lo comento un día. - Órale esta bien, entonces te espero a esa hora va! - Si muchas gracias.
En ese momento no supe como demostrarle lo agradecido que estaba con ella, así que le di un beso en la mejilla y salí corriendo de la prepa, no lo hice porque me haya dado pena, si no que no supe que hacer ni mucho menos sabía como iba a reaccionar ella. Llegue a mi casa, comí y me dio una ducha porque hacia bastante calor, me arregle y me fui a la casa de Mariana. Cuando llegue su papá me abrió la puerta. - Buenas tardes señor, se encuentra Mariana? - No pero pasa, horita regresa es que fue con su amiga, pero no tarda, pasa y toma asiento. - Gracias.
Mientras la esperaba mire a mi alrededor poco a poco y se sentía una buena vibra en su casa, se respiraba una enorme paz aquella paz que no se respiraba en la mía, a pesar de que mis padres me daban todo faltaba que me dieran lo más importante: amor. En esos momentos de espera pensaba todo lo que pasaba en mi hogar, recordaba como habían sido esos días de existencia, mis papás siempre me querían comprar con regalos y era raro que se sentaran conmigo a platicar lo que me pasaba. Mi mamá se llamaba Julieta, era una persona superficial que todo lo quería a la perfección sin ningún error, mi padre se llamaba Francisco, todos los días se la pasaba trabajando y era raro que cruzáramos palabra, claro que cuando yo ocupaba algo el nunca me negaba nada…
- Hola Alberto, perdona la tardanza lo que pasa es que… - No te preocupes, no pasa nada. - Gustas un vaso de agua? - No gracias no te molestes. - No es ninguna molestia, pero bueno, comenzamos. - Si. - Primeramente dime exactamente que es lo que no entiendes. - Mmm la verdad nada. - Bueno, comenzaremos por lo básico va? Toda la tarde no la pasamos estudie y estudie y por primera vez en mi vida le entendí a alguien que me explicara, era como un milagro, me abrió la mente. De todo lo sucedido ese día, me hizo reflexionar y darme cuenta de que detrás de esa chica insignificante y poco atractiva existía una persona agradable y buena onda. Al día siguiente me encontré con mi novia Sofía.
- Hola mi amorcito, oye porque ayer en la noche no fuiste a mi casa? - Ah! De veras, como se me fue a olvidar, perdóname Sofi es que se me pasaron las horas volando de tanto estudiar. - OK, entonces siempre si fuiste con esa idiota verdad? - Oye Sofi no empecemos por favor. - Esta bien mi vida, me das un besito, ya no quiero que estés enojado conmigo porfitas.
Así que la bese era lo que quería ella no? No se que me paso, la verdad no logro captar lo que ocurrió, ese beso para mi no fue nada comparado con todos los ricos besos que le había dado antes, me sentí un desgraciado al no sentir nada de amor en ese beso y lo peor de todo, es que ella se dio cuenta de mi indiferencia.
- ¿Que pasa corazón? ya te dije que me perdones, no quiero que estemos enojados por algo que no vale la pena. - Nada Sofi, es que no me siento bien. - Mmm que tienes, te vas a enfermar? - No lo se. - Ya se ven, acércate, te daré besitos, abracitos para que estés mejor.
Mientras Sofía me abrazaba sentí una mirada tierna que se dirigía hacia mi y no me van a creer quien era… era Mariana, cuando se dio cuanta de que yo la volteé a ver ella corrió y se metió al salón y yo me quite del abrazo de Sofía y me dirigí con Maria.
- Hola Mariana, oye me puedo sentar cerca de ti para en un rato más me puedas explicar lo que vimos ayer porque hoy el profe Benjamín nos va a aplicar otro examen. - Claro que si Alberto, nadamas que cuando comience el examen te sientas en tu lugar va? - Si pero porque? - Es que me vas a poner nerviosa y la que reprobara soy yo eh!
Esa respuesta no la entendí, no supe la realidad, me cayo como un balde de agua helada porque esa respuesta me la dio sin estas bromeando. Paso el tiempo y el estar cerca me hizo sentir cosas que nunca había sentido, no percibí si me estaba enamorando de ella, de lo que si estaba seguro es que me agradaba su compañía, con ella me sentía muy bien hasta mejor que con Sofía y eso que Sofía y yo llevábamos ya un año y medio de novios.
Llego la hora del examen, la realidad se acercaba y con ese examen sabría si pasaría de semestre, los nervios me consumían y mi mente me decía que si podía solo que dejara mis miedos a un lado. Instantes más tarde yo fui el último alumno que termino el examen, si pude contestar todas las operaciones pero no estaba seguro de que estaría bien.
- Alberto como te fue? - No lo se Mariana, solo que estoy muy nervioso. - Cálmate, ya veras que todo saldrá bien, no te preocupes tu eres un chavo muy inteligente que sabe salir adelante. - Gracias por tus palabras.
En ese momento la abrace fuertemente con un inmenso cariño y claro con muchas ganas de hacerlo sin importarme lo que Sofía y los demás me dirían. Ese abrazo significo mucho para mi, fue algo así como un gran abrigo que me cobijaba con ese calor maravilloso que no podía explicar.
- Este oye Alberto porque me abrazaste? - Lo hice para agradecerte todo lo que has hecho por mi, te molestó? - No claro que no, pero ya no lo vuelvas a hacer. - Pero porque? - Porque si no me voy a terminar enamorando de ti y no quiero sufrir, tu ya tienes a alguien más y ese alguien es Sofía, y nunca me amaras como a ella. Bueno adios.
Mariana salio corriendo y lo peor del caso que lo hizo llorando, por una parte me arrepentí de haberla abrazado, pero por otro lado me llene de alegría al saber que le gustaba, por fin ya sabia que lo que yo sentía por ella era amor. Cuando llegue a mi casa estuve pensando que le diría cuando fuera a suya, le di mil vueltas a mi mente y a mi corazón hasta que decidí decirle que yo también la amaba. De pronto minutos más tarde cuando llegue a su casa me comían los malditos nervios, aunque también sentía una gran felicidad, decidí tocar el interfon y ella me abrió, me dejo impactado, se veía diferente, cambio su forma de vestir y ya no traía los lentes.
Ella se comenzó a reír y nada la paraba a mi también me causo gracia su risa.
- Que tonto eres Alberto, yo soy Mariana. - Que te paso? Te ves hermosa. - Muchas gracias, lo hice para ti, para que me vieras con otros ojos. -No Mariana no me digas eso por favor, tu me gustas tal y cual eres, me encantan tus ojos que iluminan el cielo, no seas mala y por mi no tienes que cambiar nada yo me e enamorado de la Mariana original.
Así que lo que sucedió en ese momento fue que la tome de la cintura, la acerque hacia mí y la fui acercando lentamente a mi boca y la bese. Ese beso fue el mas sincero y grandioso que había dado en mi vida, fue algo como una luz que ilumino a mi corazón, como aquel hechizo que hizo que la amara con el alma y no con el corazón, porque para mi es más importante amar con el alma que con el corazón, ya que el corazón cuando mueres deja de latir y a su vez dejas de amar y amar con el alma es diferente, pues ya que mueres tu alma sigue presente con la persona amada. No se como explicar esa tremenda alegría mezclada con orgullo y júbilo, la vida me había demostrado una vez más que los milagros y las bendiciones existen.
- Alberto te agradezco estos momentos de felicidad y de fantasía que nunca quiero que terminen, pero oye que va pasar con nosotros? - Mira Mariana mañana tendré que hablar con Sofía, decirle que lo de nosotros ya no tiene solución. - No ah no Alberto, por mi culpa no vas a terminar con ella, lo de nosotros es una casualidad, ya veras que se te pasara pronto. - No digas eso Mariana, ya te dije que lo que me pasa es amor, me e enamorado de ti y te lo digo de verdad, además lo que había entre Sofía y yo ya no andaba bien, tu no tienes la culpa de nada, yo meses atrás ya sentía que lo correcto era terminar con esta relación que nadamas nos esta haciendo daño a ella y a mi.
Toda la tarde la pasamos juntos sin que nadie nos molestara y no me van a creer, dejamos de estudiar algebra por hoy y nos dedicamos a nosotros, nadamas a nosotros.
A la mañana siguiente iba a la preparatoria todo desvelado pues no pude pegar oreja en toda la noche por estar pensando en Mariana y en lo que le iba a decir a Sofía, yo sabia que se enojaría bastante, que haría lo imposible por verme con Mariana, ella bien lo dijo, terminaras enamorándote de esa, y así ha pasado.
- Hola Sofi, oye a la salida puedo hablar contigo? - Claro que si mi amor, yo también tengo que contarte algo, eres muy malo eh ayer en la noche no me llamaste ni fuiste a verme ni un ratito a mi casa, que pasa, todavía estas molesto conmigo?
- No como crees, porque debería estarlo. Anoche no pude ir ni llamarte pues no estuve en mi casa, salí con Eduardo al billar. - Muy bien, entonces al rato platicamos va? Pero ven dame un besito, te amo… - Espera Sofi aquí no. - Porque no? Siempre nos besamos frente a todos. - Si pero es que tengo gripe y no quiero contagiarte. - Ah mi vida, que lindo por eso te amo. Todo ese rato no hacia más que pensar en el gran lío que me había metido, pero que tenia que resolverlo por Mariana, por mi linda y tierna Mariana, todo lo que haría era para el bien de los dos. La verdad tenia mucho miedo de lo que pudiera pasar, sabía perfectamente lo que haría Sofía para separarnos a mi y a Mariana, sabía también que Sofi era capaz de todo así que le pedí ayuda a mi amigo Eduardo.
- Que onda Lalo vengo a que me des un consejo. - Dime que te pasa? Tienes algún problema? Te conozco y se perfectamente que me tienes que contar algo delicado, dime, ándale… - Lo que me esta sucediendo en estos momentos son cuestiones sentimentales, es algo que ver con Sofía y con Mariana… -Que? No inventes cual Mariana? - La misma que conoces y que te estas imaginando, y no quiero que la ofendas, por favor, se lo que has de pensar y sobretodo me imagino el o los conceptos que tienes de ella. - No claro que no lo haré, además no tengo porque juzgarla, si ella es así, que mejor que aceptarla.
- OK. Te voy a empezar a contar, lo que me ha pasado es que me e enamorado de ella como un loco, no se pero ha llenado de alegría e importancia mi vida, con ella me siento vivo con ganas de seguir luchando por todos los obstáculos que aparecen en el camino. Lalo se que me entiendes y quiero que me des sugerencia para encontrar remedio para aclarar las cosas con Sofía. Yo se que para todo hay solución menos para la muerte, pero la verdad me da miedo el como Sofía vaya a reaccionar. - Mira carnal te entiendo, yo se como te sientes, pero piensa mejor las cosas, a lo mejor lo que te esta pasando con Mariana es solo una confusión te ha de pasar eso porque no habías estado tan cerca de otra chava que no fuera Sofía. También quiero que pienses en mi, sabes que yo siempre e estado y estaré enamorado de ella y lo menos que quiero es que sufra, yo muero por que algún día no muy lejano se fije en mi, deseo tanto que me deje de ver como un amigo y me mire como otra cosa, sabes que yo le e dado a entender que la adoro de mil formas y no pasa nada de nada…
- Yo lo se Lalo, se que la amas y me siento muy mal también por eso, dejarla y saber que a la vez te hago daño a ti y a ella. - Habla con ella y dile lo que sientes antes de que esto se haga un verdadero problema. - Si, si lo haré, por ella y por Mariana, quiero empezar una nueva relación con ella.
Horas más tarde decidí no ir a la casa de Mariana, le explique el porque y supo entender. Como a eso de las 4:00pm de ese mismo día, tome el teléfono y le llame a Sofi, nos pusimos de acuerdo para vernos en el café que tanto le encantaba, en aquel café donde por primera vez rozamos nuestros labios…
Me bañe y en la regadera pensaba el como decirle las cosas para no lastimarla. Llegue al café muerto de miedo y de angustia, una parte muy profunda de mi ser me dijo que debía tener valor y así todo esto pasaría muy pronto y lograría ser feliz con mi amor hermoso: Mariana y así a sido estos últimos años.
- Que tal Sofi. - Hola mi vida, que bien hueles, te pusiste la loción que me fascina. - Gracias, oye tenemos que hablar de algo muy importante. - Que pasa? Ya se… Te quieres casar conmigo? - No Sofi, que ocurrencias las tuyas, somos muy jóvenes y tontos aun. - Ay amor no ninguno de los dos somos tontos, yo quiero decirte que te adoro y te quiero mucho…
-Pero… sabes de eso mismo quiero hablarte. Sofía en estos últimos meses las cosas no han ido bien entre nosotros, tu has formado parte de una linda etapa de mi vida, yo también te quiero mucho, pero te voy a hablar con toda honestidad… Me e enamorado de otra chica y no me preguntes quien es, pues a su tiempo lo sabrás. Quiero decirte antes de que me reclames y me digas que si hay otra oportunidad adelantarme y decirte que ya no la hay, esa estrella brillante que iluminaba nuestra relación dejo completamente de brillar. Quiero que seas feliz con otra persona por ejemplo inténtalo con Lalo es muy buen chico y te adora muchísimo, lo nuestro ya termino y espero que me entiendas.
- No estas loco o que? No me digas eso Alberto, yo te amo como a nadie, por favor no me dejes, mira te prometo cambiar y enamorarte día a día, noche y noche, pero no me dejes…
Me sentía muy triste, ya había dado al paso más difícil de toda mi vida.
- Sofía no me hagas sentir más mal de lo que ya me siento, ya no más, creo que lo que tu sientes por mi ya no es amor si no costumbre; se feliz anda, seremos amigos aun pero compréndeme, estoy súper sacado de onda por todo esto. - Amigos tu y yo? Para nada. Si quieres y deseas novios o nada. - Va? Esta bien si te vas a poner en ese plan entonces ni amigos seremos, yo ya te explique pero si no me entiendes ni modo, te hable con el corazón y sabes que mejor me voy. Adios. - No Alberto no me dejes sola hablando como una loca…
Pague la cuenta del café y salir del lugar para no decirle más cosas, lo hecho estaba y no había vuelta atrás… Llegue a mi casa, me acosté y en ese instante se me ocurrió una gran y linda idea; llevarle serenata con mariachi a Mariana, claro acompañado de un ramo enorme de rosas blancas, las que le encantaban… Cuando llegue con todo y el mariachi, cuando comenzaron a cantar aquella canción que nunca la olvidare y que al recordar vienen a mi mente esos recuerdos… en ese preciso instante salio a agradecerme, me abrazó y me besó. Así que yo le dije…
- Mariana ya no ando ni andaré con Sofía, quieres ser la dueña de este disponible solitario que muere por compartir sus virtudes, defectos, horas, días, meses y años a lado tuyo?
Me sonrió y me miro a los ojos diciéndome unas hermosas palabras que hoy en día las llevo en mi alma y en mi mente abordándome exactamente con puntos y comas esas palabras.
- Eh te diré que si si me prometes amarte con la misma fuerza con la que yo te amo y si me prometes que no me harás sufrir? - Claro no hermosa, no soy ni seré capaz de hacerlo porque te amo. - Entonces, acepto
Todo esto lo cerramos con un hermoso beso que daba a conocer todo ese inmenso amor sincero e incondicional, ese amor lleno de honestidad…
Al dia siguiente para ir a la preparatoria pase por ella a su casa, llegamos juntos tomados de la mano y todos nos miraban con sorpresa. Se oían gran cantidad de murmullos que por supuesto no los tomamos en cuenta pero eso no termina aquí, al entrar al salón y al vernos Sofía, moría de rabia y de celos, celos que ya los conocía perfectamente bien.
- Miren, miren, quienes han llegado, el bello y la bestia. No manches Alberto cambiarme a mi por esta, que bajo has caído. Pronto te vas a arrepentir y vendrás a rogarme a suplicarme que vuelva contigo. - Sofía no te pases, mejor bájale, no te hacemos ningún daño y que crees? La cambie por ti porque ya no aguantaba estos teatritos, te crees perfecta no? Ella así como la ves esta llena de grandes valores que tú no conoces, ya déjanos en paz. - Solo una última cosa Alberto, te vas a arrepentir, eso lo juro, ya veras.
Muchas veces no comprendía el porque Sofía me hacia esto, si yo nunca la había lastimado de esta manera, pero sus palabras en vez de espantarme me daban mucha lastima, no podía creer hasta que nivel había llegado…
Todo marchaba bien entre Mariana y yo, pasaron dias y meses, semanas y horas llenas de felicidad, la mayoría de las veces no la pasábamos juntos y no me aburría su compañía, pasábamos ratos increíbles.
Un día fui a buscarla a su casa y no estaba su papá así que me invito a pasar, me invito a ver una película. Mientras la veíamos comíamos palomitas y toda la cosa, nadamas que paso una cosa que me lleno de alegría. Me tomo de las manos, hizo que la abrazara, ella comenzó a besar mi cuello lentamente, la verdad yo no supe que hacer porque ella encontró mi punto débil. Yo le dije que por favor no lo hiciera, pues no quería que pasara algo más…
- Mariana mejor me voy. - No por favor no me dejes, es que te amo…
Me moría de nervios y de miedo, ese miedo me consumía poco a poco, mi miedo era que llegara su papá y nos encontrara besándonos.
- Alberto, te amo no lo olvides… - Yo tan bien Mariana pero es que mejor no, estamos muy chicos.
No comprendía el porque Mariana me hacia todo esto, porque me ponía estas tentaciones si yo no se las había pedido, lentamente me fue besando, yo la verdad también la deseaba solo que temía a lo que podía pasar después. Me fue besando, me llevándome hasta su cuarto y me dijo al oído en forma de susurro:
- Alberto, no me rechaces, no temas…
Cada instante, cada susurro y cada beso me envolvía más y más… Poco a poco nos comenzamos a desnudar y yo le pregunte que si era lo que ella quería, ella sin pensarlo dos veces me dijo que si, que deseaba estar conmigo íntimamente… Sentir su sedosa, parecía un abrigo de pieles finas, su cuerpo era todo una escultura, esos momentos eran los más hermosos de toda mi vida, por fin me había entregado en cuerpo y alma con una mujer que amaba. Yo seré sincero; nunca había tenido relaciones con alguien pero creo que esto no era tener relaciones, si no hacer el amor por amor y por deseo.
Yo hubiera querido que esos maravillosos instantes de felicidad y emoción nunca hubieran terminado, tener su cuerpo junto al mío me hizo darme cuenta que nos entregamos por amor y porque los dos así lo deseamos.
- Gracias amor por todo esto que acaba de pasar, me has hecho ser la mujer más feliz y agradecida de todo el mundo. Por primera vez me entregue con alguien que amo… - Yo también estoy súper feliz, y te amo aun más por lo sucedido, te cuidare y no te fallare, te lo juro. Estaré contigo en las buenas y en las malas y quiero compartir mi vida para siempre…
Toda esa noche llena de ilusión y emoción se me paso volando, nunca olvidare ese día en el que la noche brillo como un cometa, para mi fue la mejor de toda mi vida…
Ese día nos unió aun más, todos los días eran más y más lindos, todo era vida y dulzura, hasta que sucedió algo inesperado…Sofía hizo de las suyas, sus amenazas las cumplió de una forma muy mal… Le dijo a Mariana que yo le había contado que entre ella y yo había habido intimidad que yo solo me burle de ella, que yo les había apostado a mis amigas que yo la haría sufrir y eso eran puras mentiras, todo esto sucedió en la preparatoria, Sofía no se toco el corazón para no hacerlo.
Yo me sentí muy mal pero ella no me creyó, sus palabras me hirieron demasiado…
- Alberto no quiero saber nada de ti, eres un idiota. Vete ya conseguiste lo que querías no? - No Mariana, te juro que todo esto es mentira, acuérdate de las amenazas de Sofía cuando tú y yo nos hicimos novios… - Por favor Alberto, no me digas más mentiras y no me lastimes más…
Sus lagrimas me dolieron en lo más profundo de mi ser, yo le decía la verdad y no comprendía el porque no me creía.
- Mariana no me digas eso, te estoy diciendo la verdad, apoco no me crees?
- No se como pude andar contigo, te amo, pero no puedo permitir que me lastimes de esta manera, te di mi amor a manos llenas, hasta aquí llego la estùpida de Mariana, olvídate de ella porque no la volverás a ver nunca jamás…
Mariana salio corriendo de la preparatoria muy molesta y decepcionada de mi, todo esto por la culpa de alguien tan mala y sin corazón…Sofía. - Sofía ven para acá, no te pases porque le dijiste todo esto a Mariana, tú sabes perfectamente que todo esto son puros cuentos tuyos. Ahora dirás la verdad. - Jajaja estas loco, que te pasa, yo pedirle perdón y darle explicaciones jamás, te dije que me vengaría no? Te lo prometí, eso te pasa por dejarme por esa. Si quieres aquí estafe para ti, porque te amo… - Eso no es amor, Sofía estas completamente loca eh.
Salí como un caballo desbocado de la prepa para ir a buscar a Mariana, toque y toque su puerta pero no me quiso abrir… le grite lo mucho que la amaba pero nada.
Los días pasaron y no deje de ir a su casa a buscarla ni un solo día.
Un día llegue a tocar su puerta y su vecina me dijo que ya nadie vivía ahí que se habían mudado a la ciudad de Monterrey porque al señor le habían propuesto un mejor trabajo en el que ganaría más dinero. Yo enloquecí llore y llore, cada lagrima derramada por Mariana me llenaba de tristeza y me daba ganas de morir.
Todo un año me la pase llorando dia y noche por haber perdido a mi amada Mariana, a la mujer de mi vida. Todos estos últimos 3 años de su ausencia han sido para mí todo un infierno, aun tenia la esperanza de volver a ver a Mariana, ver su sonrisa sus ojos y todo lo de ella. Seguí estudiando pero por supuesto que ahora ya estaba en la universidad la carrera de ingeniero civil. En todo este tiempo tampoco volví a ver a esa mala chica… Sofía.
Un día caminaba por el parque que estaba cerca de mi casa, andaba en otra onda, tenia otros pensamientos en mi mente, cuando de pronto vi pasar a una chava igualita a mi Mariana. Corrí y corrí hasta poderla alcanzar, cuando llegue a ella que creen que paso…
- Hola.
La chica volteó y era Mariana, la misma Mariana que ame hace 3 años, aunque ya tenía más años, para mí seguía intacta, se notaba que los años no habían pasado encima de ella. Yo no supe que hacer, auque ya era todo un hombre con mis 20 años no pensé como acercarme a ella…
- Mariana eres tu? La misma que sigo amando y que nunca olvide?
- Si me llamo Mariana. Ah Alberto eres tú? Hola tantos años sin saber nada de ti
La abrace fuerte mente y ella también me abrazo, fue un abrazo lleno de recuerdos y de fracasos pero eso si aun era con amor. Me di cuenta que seguía vivo ese sentimiento a pesar de todo lo malo que paso.
- Mariana que te parece si vamos al café que esta por aquí cerca, tenemos muchas cosas de que platicar.
- Claro que si…
El camino se me hizo muy corto, Mariana me platico el porque se fue a Monterrey y me confirmo que su vecina me había dicho la verdad que fue por razones de trabajo de su papá, me platico que regresaría a vivir al DF y que seguiría estudiando la universidad aquí mismo. Me dio tanta alegría porque otra vez la iba a tener cerca.
- Mariana, has olvidado todo lo que paso entre nosotros?
- No Alberto, no te olvidado, fíjate que no e tenido a otra persona en mi pensamiento ni mucho menos otra pareja. Mi amor por ti sigue intacto. - Yo ando en las mismas Mariana, no te e podido sacar de mi pensamiento ni de mi corazón, pero me duele que no me hayas creído. - Pero, perdóname tú a mi, yo soy la culpable de todo esto, por no confiar en ti ve lo que nos paso, te pido una disculpa, te amo y quiero estar contigo y que nadie ni nada nos separe de nuevo. Todos estos años han sido eternos y e vivido arrepentida por no haber aclarado las cosas contigo, el día que me fui a Monterrey me marche muy enojada, no le hice caso a mi corazón porque moría de rabia, fui una idiota al creer todo lo que me dijo Sofía.
- No Mariana perdóname tú a mi por haberte dejado ir…
La plática fue muy padre, aclaramos todo lo que paso y por fin volvimos a ser novios, ese momento esperado estos últimos años de horror y de oscuridad.
Yo termine por fin la universidad, me gradué. Ella estudiaba en la misma universidad que yo nadamàs que ella se quedo un año màs. No nos graduamos juntos porque ella era un año màs chica que yo. Pero claro que el amor no murió.
Han pasado ya 4 años llenos de grandes y felices recuerdos, me case con ella hace 2 años, hemos formado una linda familia, tenemos ya una hermosa niña que se llama Renata, cuanta con 1 año de edad y por ahora Mariana tiene 5 meses de embarazo. Mi vida a sido la mas bella de todas las personas, me encuentro aquí sentado en el sofá, frente a un gran ventanal observando las estrellas brillar. Recordando como conocí a esta maravillosa mujer, llena de tantas virtudes. Me pregunto: como el chico màs popular de aquellos tiempos de la preparatoria se pudo casar con esa chica tímida llena de virtudes, auque muchas personas la criticaban, desde el principio que la trate me enamore de ella.
Y de quien menos te lo esperas te enamoras locamente y también cuando menos te lo esperas te llega el verdadero amor…
17 comentarios:
"CUANDO MENOS TE LO ESPERAS"
México, DF a 14 de marzo de 20009.
No se como poder explicar todo lo que me esta pasando en esta vida, todas aquellas cosas magnificas que me han sucedido…
Me llamo Alberto, tengo 32 años, soy una persona muy feliz, pero sobretodo con unas profundas ganas de seguir viviendo con mi amada Mariana, esa maravillosa persona que a llenado mis más plenos años de vida, ella es mi esposa.
Quiero volver a vivir los momentos mas lindos que e pasado junto a ella; platicándote amigo lector esta impactante historia.
En aquel tiempo yo tenia 17 años apenas era un joven pachanguero con ganas de devorarme la vida de un solo bocado sin masticar y saborear a la vez cada instante de cada momento mágico. Yo veía a la vida como un problema.
Todo comenzó al sonar el despertador el día 3 de octubre de 1995 a las 6:00am, fue un día en los que no quieres ni despertar porque sientes que te has levantado con el pie izquierdo, como aquellas mañanas llenas de flojera, era un día lluvioso lleno de neblina.
Esa mañana por fin al poderme parar de esa deliciosa cama, corrí al baño a darme un regaderazo, a lavarme los dientes. Minutos más tarde baje a desayunar y después me fui a la prepa. Yo tenía una suerte en esa prepa, era el chico más popular y andaba con la chica más deseada por todos, su nombre era Sofía. Todas las chicas morían por tener aunque sea una cita y eso me llenaba de vanidad y me sentía el chico más feliz pues era todo un galán…
Llegue a mi salón y según yo no había nadie dentro de el, me puse en mi lugar favorito, acomode mi mochila y al momento que iba a salir me tope con la mas horrenda… con Mariana la chava menos popular y odiosa no nadamas de mi salón si no de toda la preparatoria. Esa chica era muy rara, era penosa, tímida, insignificante para todos, pero lo principal es que era muy fea. Usaba unos lentes de fondo de botella los cuales no le permitía presumir esos ojos grises, vestía de una forma indeseable para cualquier chica y para el colmo cuando me la tope me dijo:
- Hola.
Yo no supe que hacer, si contestarle o no.
- Hola
Yo salí de prisa para que nadie me viera platicando con ella porque la verdad me daría muchísima pena, como yo el más galán platicar con esa…
Sabia muy pocas cosas de ella, era la persona más inteligente de mi salón, vivía con su papá; el señor Vicente; el señor tenia una fama de ser muy gruñón, Mariana solo vivía con el porque su mamá había fallecido cuando apenas tenia 5 años de edad, decían mis compañeros que a lo mejor ella tenia esas actitudes por lo mismo, pues le faltaba el amor, comprensión y apoyo de su mami, además Mariana tenía 16 años.
No se en ese momento después de que me saludo quise salir huyendo pero no lo hice porque algo dentro de mi me dijo que no debería ser mala onda con ella, que ella nunca me había hecho nada como para negarle una platica.
- ¿Qué me cuentas Mariana, como has estado?
- Oye ¿me hablas a mi?
- Claro, te llamas Mariana no?
No comprendí su actitud me puso muy nerviosa y no supo que contestarme, a mí se me hizo que como que yo le gustaba, pues si así no hubiera sido no se hubiera puesto así de nerviosa.
- Mira Alberto no hay nada que contarte y sabes mejor aléjate de mi porque tus amigos ya vienen y te va a dar vergüenza que te vean conmigo.
- No no digas eso, que tan patán me crees?
- No claro que no así como patán no pero mejor vete sale, luego platicamos.
- Esta bien Mariana, solo quiero que sepas que no soy como crees eh!
Empezaron las clases y el profesor de matemáticas, el llamado Benjamín nos entrego el examen que nos había aplicado el jueves de la semana pasada y como siempre lo volví a reprobar, no comprendo que me pasa no puedo sacar ni por lo menos un bendito siete, ya estoy arto, pensé que además si no le echaba ganas a ese semestre mi papá no me compraría el auto convertible que me prometió, no sabía que hacer; así que me la pase piense y piense lo que haría tenía que lograr mi objetivo. De pronto se me ocurrió una gran idea y se la comente a mi novia Sofía.
- Oye Sofi ya se lo que voy a hacer para salir con mejor calificación en matemáticas.
- A ver dime mi príncipe, que gran idea se te ocurrió?
- Mira, le pediré ayuda a Mariana, ya vez que a ella se le dan muy bien estas cosas de la algebra no? Además creo que si me ayuda y no me dirá que no.
- No no, no lo puedo creer, no inventes Alberto, como a ella, se que yo no se ni que onda con ese tema pero con tal de que no le pidas ayuda a esa te prometo ponerme a estudiar para yo misma enseñarte OK.
- Oye Sofi cálmate, porque no quieres que me ayude Mariana, es por lo que dicen de ella verdad?
- No es que no es eso, de plano no sabes porque?
- No lo se, a poco estas celosa?
- Celosa yo, como crees y menos de esa idiota, yo se que ella no te llama la atención por lo horrible que es eh, ella no es tu tipo lo se perfectamente.
- No manches Sofía, en serio te pasas, eso es lo que odio te ti, aborrezco ese gran defecto tuyo, me choca que siempre te refieras a una persona de esa forma, ojala y un día no me pierdas por eso eh porque sabes muy bien que odio eso.
- Ahora sales defendiendo a esa tonta, perdóname amorcito pero es que es la verdad, sabes que has lo que quieras, si quieres que todos se enteren y te vean con ella y que se burlen de ti pues córrele a pedirle ayuda.
- Claro que haré lo que yo quiera, te parezca o no te parezca, adios nos vemos en la noche.
No se que me paso en ese momento, dentro de mi había algo que me había hecho sentir mal por todo lo malo que había dicho Sofía de Mariana, todo era mentira. Esa mañana de ese mismo día cuando platique con Mariana algo me dijo que era una buena y agradable chica, solo que su defecto era la timidez y otra verdad que descubrí era que no era fea como toda la preparatoria decía.
Llego la hora de la salida y corrí a alcanzar a Mariana.
- Mariana espera espérame por favor…
- Que pasa Alberto?
- Es que te quiero pedir un gran favor, pero prométeme que me dirás que si.
Ella me mostró otra vez que estaba muy nerviosa, pero me sonrió, fue una sonrisa hermosa que no e olvidado.
- Depende de que sea Alberto, a ver dime.
- Lo que pasa es que quiero ver si quieres y si puedes ayudarme a estudiar algebra, es que la verdad soy un tonto y no entiendo nada.
- Mmm mira Alberto yo…
- Ah esta bien Mariana comprendo, mejor voy a conseguir a alguien que me ayude.
- No Alberto no quise decirte que no, lo que quiero decirte es que si quiero y por supuesto que puedo.
- Ah OK esta súper, muchas gracias, cuando nos vemos o que?
- Ya se, que te parece hoy a las 4:00pm en mi casa ya sabes donde vivo no?
- La verdad no pero si te parece llevare a mi amigo Eduardo, el si sabe, pues vive muy cerca de donde esta tu casa, el me lo comento un día.
- Órale esta bien, entonces te espero a esa hora va!
- Si muchas gracias.
En ese momento no supe como demostrarle lo agradecido que estaba con ella, así que le di un beso en la mejilla y salí corriendo de la prepa, no lo hice porque me haya dado pena, si no que no supe que hacer ni mucho menos sabía como iba a reaccionar ella.
Llegue a mi casa, comí y me dio una ducha porque hacia bastante calor, me arregle y me fui a la casa de Mariana. Cuando llegue su papá me abrió la puerta.
- Buenas tardes señor, se encuentra Mariana?
- No pero pasa, horita regresa es que fue con su amiga, pero no tarda, pasa y toma asiento.
- Gracias.
Mientras la esperaba mire a mi alrededor poco a poco y se sentía una buena vibra en su casa, se respiraba una enorme paz aquella paz que no se respiraba en la mía, a pesar de que mis padres me daban todo faltaba que me dieran lo más importante: amor.
En esos momentos de espera pensaba todo lo que pasaba en mi hogar, recordaba como habían sido esos días de existencia, mis papás siempre me querían comprar con regalos y era raro que se sentaran conmigo a platicar lo que me pasaba. Mi mamá se llamaba Julieta, era una persona superficial que todo lo quería a la perfección sin ningún error, mi padre se llamaba Francisco, todos los días se la pasaba trabajando y era raro que cruzáramos palabra, claro que cuando yo ocupaba algo el nunca me negaba nada…
- Hola Alberto, perdona la tardanza lo que pasa es que…
- No te preocupes, no pasa nada.
- Gustas un vaso de agua?
- No gracias no te molestes.
- No es ninguna molestia, pero bueno, comenzamos.
- Si.
- Primeramente dime exactamente que es lo que no entiendes.
- Mmm la verdad nada.
- Bueno, comenzaremos por lo básico va?
Toda la tarde no la pasamos estudie y estudie y por primera vez en mi vida le entendí a alguien que me explicara, era como un milagro, me abrió la mente.
De todo lo sucedido ese día, me hizo reflexionar y darme cuenta de que detrás de esa chica insignificante y poco atractiva existía una persona agradable y buena onda.
Al día siguiente me encontré con mi novia Sofía.
- Hola mi amorcito, oye porque ayer en la noche no fuiste a mi casa?
- Ah! De veras, como se me fue a olvidar, perdóname Sofi es que se me pasaron las horas volando de tanto estudiar.
- OK, entonces siempre si fuiste con esa idiota verdad?
- Oye Sofi no empecemos por favor.
- Esta bien mi vida, me das un besito, ya no quiero que estés enojado conmigo porfitas.
Así que la bese era lo que quería ella no? No se que me paso, la verdad no logro captar lo que ocurrió, ese beso para mi no fue nada comparado con todos los ricos besos que le había dado antes, me sentí un desgraciado al no sentir nada de amor en ese beso y lo peor de todo, es que ella se dio cuenta de mi indiferencia.
- ¿Que pasa corazón? ya te dije que me perdones, no quiero que estemos enojados por algo que no vale la pena.
- Nada Sofi, es que no me siento bien.
- Mmm que tienes, te vas a enfermar?
- No lo se.
- Ya se ven, acércate, te daré besitos, abracitos para que estés mejor.
Mientras Sofía me abrazaba sentí una mirada tierna que se dirigía hacia mi y no me van a creer quien era… era Mariana, cuando se dio cuanta de que yo la volteé a ver ella corrió y se metió al salón y yo me quite del abrazo de Sofía y me dirigí con Maria.
- Hola Mariana, oye me puedo sentar cerca de ti para en un rato más me puedas explicar lo que vimos ayer porque hoy el profe Benjamín nos va a aplicar otro examen.
- Claro que si Alberto, nadamas que cuando comience el examen te sientas en tu lugar va?
- Si pero porque?
- Es que me vas a poner nerviosa y la que reprobara soy yo eh!
Esa respuesta no la entendí, no supe la realidad, me cayo como un balde de agua helada porque esa respuesta me la dio sin estas bromeando. Paso el tiempo y el estar cerca me hizo sentir cosas que nunca había sentido, no percibí si me estaba enamorando de ella, de lo que si estaba seguro es que me agradaba su compañía, con ella me sentía muy bien hasta mejor que con Sofía y eso que Sofía y yo llevábamos ya un año y medio de novios.
Llego la hora del examen, la realidad se acercaba y con ese examen sabría si pasaría de semestre, los nervios me consumían y mi mente me decía que si podía solo que dejara mis miedos a un lado. Instantes más tarde yo fui el último alumno que termino el examen, si pude contestar todas las operaciones pero no estaba seguro de que estaría bien.
- Alberto como te fue?
- No lo se Mariana, solo que estoy muy nervioso.
- Cálmate, ya veras que todo saldrá bien, no te preocupes tu eres un chavo muy inteligente que sabe salir adelante.
- Gracias por tus palabras.
En ese momento la abrace fuertemente con un inmenso cariño y claro con muchas ganas de hacerlo sin importarme lo que Sofía y los demás me dirían. Ese abrazo significo mucho para mi, fue algo así como un gran abrigo que me cobijaba con ese calor maravilloso que no podía explicar.
- Este oye Alberto porque me abrazaste?
- Lo hice para agradecerte todo lo que has hecho por mi, te molestó?
- No claro que no, pero ya no lo vuelvas a hacer.
- Pero porque?
- Porque si no me voy a terminar enamorando de ti y no quiero sufrir, tu ya tienes a alguien más y ese alguien es Sofía, y nunca me amaras como a ella. Bueno adios.
Mariana salio corriendo y lo peor del caso que lo hizo llorando, por una parte me arrepentí de haberla abrazado, pero por otro lado me llene de alegría al saber que le gustaba, por fin ya sabia que lo que yo sentía por ella era amor.
Cuando llegue a mi casa estuve pensando que le diría cuando fuera a suya, le di mil vueltas a mi mente y a mi corazón hasta que decidí decirle que yo también la amaba.
De pronto minutos más tarde cuando llegue a su casa me comían los malditos nervios, aunque también sentía una gran felicidad, decidí tocar el interfon y ella me abrió, me dejo impactado, se veía diferente, cambio su forma de vestir y ya no traía los lentes.
- Hola, oye disculpa esta Mariana?
- Claro, pasa…
- Gracias.
Ella se comenzó a reír y nada la paraba a mi también me causo gracia su risa.
- Que tonto eres Alberto, yo soy Mariana.
- Que te paso? Te ves hermosa.
- Muchas gracias, lo hice para ti, para que me vieras con otros ojos.
-No Mariana no me digas eso por favor, tu me gustas tal y cual eres, me encantan tus ojos que iluminan el cielo, no seas mala y por mi no tienes que cambiar nada yo me e enamorado de la Mariana original.
Así que lo que sucedió en ese momento fue que la tome de la cintura, la acerque hacia mí y la fui acercando lentamente a mi boca y la bese. Ese beso fue el mas sincero y grandioso que había dado en mi vida, fue algo como una luz que ilumino a mi corazón, como aquel hechizo que hizo que la amara con el alma y no con el corazón, porque para mi es más importante amar con el alma que con el corazón, ya que el corazón cuando mueres deja de latir y a su vez dejas de amar y amar con el alma es diferente, pues ya que mueres tu alma sigue presente con la persona amada. No se como explicar esa tremenda alegría mezclada con orgullo y júbilo, la vida me había demostrado una vez más que los milagros y las bendiciones existen.
- Alberto te agradezco estos momentos de felicidad y de fantasía que nunca quiero que terminen, pero oye que va pasar con nosotros?
- Mira Mariana mañana tendré que hablar con Sofía, decirle que lo de nosotros ya no tiene solución.
- No ah no Alberto, por mi culpa no vas a terminar con ella, lo de nosotros es una casualidad, ya veras que se te pasara pronto.
- No digas eso Mariana, ya te dije que lo que me pasa es amor, me e enamorado de ti y te lo digo de verdad, además lo que había entre Sofía y yo ya no andaba bien, tu no tienes la culpa de nada, yo meses atrás ya sentía que lo correcto era terminar con esta relación que nadamas nos esta haciendo daño a ella y a mi.
Toda la tarde la pasamos juntos sin que nadie nos molestara y no me van a creer, dejamos de estudiar algebra por hoy y nos dedicamos a nosotros, nadamas a nosotros.
A la mañana siguiente iba a la preparatoria todo desvelado pues no pude pegar oreja en toda la noche por estar pensando en Mariana y en lo que le iba a decir a Sofía, yo sabia que se enojaría bastante, que haría lo imposible por verme con Mariana, ella bien lo dijo, terminaras enamorándote de esa, y así ha pasado.
- Hola Sofi, oye a la salida puedo hablar contigo?
- Claro que si mi amor, yo también tengo que contarte algo, eres muy malo eh ayer en la noche no me llamaste ni fuiste a verme ni un ratito a mi casa, que pasa, todavía estas molesto conmigo?
- No como crees, porque debería estarlo. Anoche no pude ir ni llamarte pues no estuve en mi casa, salí con Eduardo al billar.
- Muy bien, entonces al rato platicamos va? Pero ven dame un besito, te amo…
- Espera Sofi aquí no.
- Porque no? Siempre nos besamos frente a todos.
- Si pero es que tengo gripe y no quiero contagiarte.
- Ah mi vida, que lindo por eso te amo.
Todo ese rato no hacia más que pensar en el gran lío que me había metido, pero que tenia que resolverlo por Mariana, por mi linda y tierna Mariana, todo lo que haría era para el bien de los dos. La verdad tenia mucho miedo de lo que pudiera pasar, sabía perfectamente lo que haría Sofía para separarnos a mi y a Mariana, sabía también que Sofi era capaz de todo así que le pedí ayuda a mi amigo Eduardo.
- Que onda Lalo vengo a que me des un consejo.
- Dime que te pasa? Tienes algún problema? Te conozco y se perfectamente que me tienes que contar algo delicado, dime, ándale…
- Lo que me esta sucediendo en estos momentos son cuestiones sentimentales, es algo que ver con Sofía y con Mariana…
-Que? No inventes cual Mariana?
- La misma que conoces y que te estas imaginando, y no quiero que la ofendas, por favor, se lo que has de pensar y sobretodo me imagino el o los conceptos que tienes de ella.
- No claro que no lo haré, además no tengo porque juzgarla, si ella es así, que mejor que aceptarla.
- OK. Te voy a empezar a contar, lo que me ha pasado es que me e enamorado de ella como un loco, no se pero ha llenado de alegría e importancia mi vida, con ella me siento vivo con ganas de seguir luchando por todos los obstáculos que aparecen en el camino. Lalo se que me entiendes y quiero que me des sugerencia para encontrar remedio para aclarar las cosas con Sofía. Yo se que para todo hay solución menos para la muerte, pero la verdad me da miedo el como Sofía vaya a reaccionar.
- Mira carnal te entiendo, yo se como te sientes, pero piensa mejor las cosas, a lo mejor lo que te esta pasando con Mariana es solo una confusión te ha de pasar eso porque no habías estado tan cerca de otra chava que no fuera Sofía. También quiero que pienses en mi, sabes que yo siempre e estado y estaré enamorado de ella y lo menos que quiero es que sufra, yo muero por que algún día no muy lejano se fije en mi, deseo tanto que me deje de ver como un amigo y me mire como otra cosa, sabes que yo le e dado a entender que la adoro de mil formas y no pasa nada de nada…
- Yo lo se Lalo, se que la amas y me siento muy mal también por eso, dejarla y saber que a la vez te hago daño a ti y a ella.
- Habla con ella y dile lo que sientes antes de que esto se haga un verdadero problema.
- Si, si lo haré, por ella y por Mariana, quiero empezar una nueva relación con ella.
Horas más tarde decidí no ir a la casa de Mariana, le explique el porque y supo entender.
Como a eso de las 4:00pm de ese mismo día, tome el teléfono y le llame a Sofi, nos pusimos de acuerdo para vernos en el café que tanto le encantaba, en aquel café donde por primera vez rozamos nuestros labios…
Me bañe y en la regadera pensaba el como decirle las cosas para no lastimarla.
Llegue al café muerto de miedo y de angustia, una parte muy profunda de mi ser me dijo que debía tener valor y así todo esto pasaría muy pronto y lograría ser feliz con mi amor hermoso: Mariana y así a sido estos últimos años.
- Que tal Sofi.
- Hola mi vida, que bien hueles, te pusiste la loción que me fascina.
- Gracias, oye tenemos que hablar de algo muy importante.
- Que pasa? Ya se… Te quieres casar conmigo?
- No Sofi, que ocurrencias las tuyas, somos muy jóvenes y tontos aun.
- Ay amor no ninguno de los dos somos tontos, yo quiero decirte que te adoro y te quiero mucho…
-Pero… sabes de eso mismo quiero hablarte.
Sofía en estos últimos meses las cosas no han ido bien entre nosotros, tu has formado parte de una linda etapa de mi vida, yo también te quiero mucho, pero te voy a hablar con toda honestidad…
Me e enamorado de otra chica y no me preguntes quien es, pues a su tiempo lo sabrás. Quiero decirte antes de que me reclames y me digas que si hay otra oportunidad adelantarme y decirte que ya no la hay, esa estrella brillante que iluminaba nuestra relación dejo completamente de brillar. Quiero que seas feliz con otra persona por ejemplo inténtalo con Lalo es muy buen chico y te adora muchísimo, lo nuestro ya termino y espero que me entiendas.
- No estas loco o que? No me digas eso Alberto, yo te amo como a nadie, por favor no me dejes, mira te prometo cambiar y enamorarte día a día, noche y noche, pero no me dejes…
Me sentía muy triste, ya había dado al paso más difícil de toda mi vida.
- Sofía no me hagas sentir más mal de lo que ya me siento, ya no más, creo que lo que tu sientes por mi ya no es amor si no costumbre; se feliz anda, seremos amigos aun pero compréndeme, estoy súper sacado de onda por todo esto.
- Amigos tu y yo? Para nada. Si quieres y deseas novios o nada.
- Va? Esta bien si te vas a poner en ese plan entonces ni amigos seremos, yo ya te explique pero si no me entiendes ni modo, te hable con el corazón y sabes que mejor me voy. Adios.
- No Alberto no me dejes sola hablando como una loca…
Pague la cuenta del café y salir del lugar para no decirle más cosas, lo hecho estaba y no había vuelta atrás…
Llegue a mi casa, me acosté y en ese instante se me ocurrió una gran y linda idea; llevarle serenata con mariachi a Mariana, claro acompañado de un ramo enorme de rosas blancas, las que le encantaban…
Cuando llegue con todo y el mariachi, cuando comenzaron a cantar aquella canción que nunca la olvidare y que al recordar vienen a mi mente esos recuerdos… en ese preciso instante salio a agradecerme, me abrazó y me besó.
Así que yo le dije…
- Mariana ya no ando ni andaré con Sofía, quieres ser la dueña de este disponible solitario que muere por compartir sus virtudes, defectos, horas, días, meses y años a lado tuyo?
Me sonrió y me miro a los ojos diciéndome unas hermosas palabras que hoy en día las llevo en mi alma y en mi mente abordándome exactamente con puntos y comas esas palabras.
- Eh te diré que si si me prometes amarte con la misma fuerza con la que yo te amo y si me prometes que no me harás sufrir?
- Claro no hermosa, no soy ni seré capaz de hacerlo porque te amo.
- Entonces, acepto
Todo esto lo cerramos con un hermoso beso que daba a conocer todo ese inmenso amor sincero e incondicional, ese amor lleno de honestidad…
Al dia siguiente para ir a la preparatoria pase por ella a su casa, llegamos juntos tomados de la mano y todos nos miraban con sorpresa. Se oían gran cantidad de murmullos que por supuesto no los tomamos en cuenta pero eso no termina aquí, al entrar al salón y al vernos Sofía, moría de rabia y de celos, celos que ya los conocía perfectamente bien.
- Miren, miren, quienes han llegado, el bello y la bestia. No manches Alberto cambiarme a mi por esta, que bajo has caído. Pronto te vas a arrepentir y vendrás a rogarme a suplicarme que vuelva contigo.
- Sofía no te pases, mejor bájale, no te hacemos ningún daño y que crees? La cambie por ti porque ya no aguantaba estos teatritos, te crees perfecta no? Ella así como la ves esta llena de grandes valores que tú no conoces, ya déjanos en paz.
- Solo una última cosa Alberto, te vas a arrepentir, eso lo juro, ya veras.
Muchas veces no comprendía el porque Sofía me hacia esto, si yo nunca la había lastimado de esta manera, pero sus palabras en vez de espantarme me daban mucha lastima, no podía creer hasta que nivel había llegado…
Todo marchaba bien entre Mariana y yo, pasaron dias y meses, semanas y horas llenas de felicidad, la mayoría de las veces no la pasábamos juntos y no me aburría su compañía, pasábamos ratos increíbles.
Un día fui a buscarla a su casa y no estaba su papá así que me invito a pasar, me invito a ver una película. Mientras la veíamos comíamos palomitas y toda la cosa, nadamas que paso una cosa que me lleno de alegría.
Me tomo de las manos, hizo que la abrazara, ella comenzó a besar mi cuello lentamente, la verdad yo no supe que hacer porque ella encontró mi punto débil. Yo le dije que por favor no lo hiciera, pues no quería que pasara algo más…
- Mariana mejor me voy.
- No por favor no me dejes, es que te amo…
Me moría de nervios y de miedo, ese miedo me consumía poco a poco, mi miedo era que llegara su papá y nos encontrara besándonos.
- Alberto, te amo no lo olvides…
- Yo tan bien Mariana pero es que mejor no, estamos muy chicos.
No comprendía el porque Mariana me hacia todo esto, porque me ponía estas tentaciones si yo no se las había pedido, lentamente me fue besando, yo la verdad también la deseaba solo que temía a lo que podía pasar después. Me fue besando, me llevándome hasta su cuarto y me dijo al oído en forma de susurro:
- Alberto, no me rechaces, no temas…
Cada instante, cada susurro y cada beso me envolvía más y más… Poco a poco nos comenzamos a desnudar y yo le pregunte que si era lo que ella quería, ella sin pensarlo dos veces me dijo que si, que deseaba estar conmigo íntimamente…
Sentir su sedosa, parecía un abrigo de pieles finas, su cuerpo era todo una escultura, esos momentos eran los más hermosos de toda mi vida, por fin me había entregado en cuerpo y alma con una mujer que amaba. Yo seré sincero; nunca había tenido relaciones con alguien pero creo que esto no era tener relaciones, si no hacer el amor por amor y por deseo.
Yo hubiera querido que esos maravillosos instantes de felicidad y emoción nunca hubieran terminado, tener su cuerpo junto al mío me hizo darme cuenta que nos entregamos por amor y porque los dos así lo deseamos.
- Gracias amor por todo esto que acaba de pasar, me has hecho ser la mujer más feliz y agradecida de todo el mundo. Por primera vez me entregue con alguien que amo…
- Yo también estoy súper feliz, y te amo aun más por lo sucedido, te cuidare y no te fallare, te lo juro. Estaré contigo en las buenas y en las malas y quiero compartir mi vida para siempre…
Toda esa noche llena de ilusión y emoción se me paso volando, nunca olvidare ese día en el que la noche brillo como un cometa, para mi fue la mejor de toda mi vida…
Ese día nos unió aun más, todos los días eran más y más lindos, todo era vida y dulzura, hasta que sucedió algo inesperado…Sofía hizo de las suyas, sus amenazas las cumplió de una forma muy mal…
Le dijo a Mariana que yo le había contado que entre ella y yo había habido intimidad que yo solo me burle de ella, que yo les había apostado a mis amigas que yo la haría sufrir y eso eran puras mentiras, todo esto sucedió en la preparatoria, Sofía no se toco el corazón para no hacerlo.
Yo me sentí muy mal pero ella no me creyó, sus palabras me hirieron demasiado…
- Alberto no quiero saber nada de ti, eres un idiota. Vete ya conseguiste lo que querías no?
- No Mariana, te juro que todo esto es mentira, acuérdate de las amenazas de Sofía cuando tú y yo nos hicimos novios…
- Por favor Alberto, no me digas más mentiras y no me lastimes más…
Sus lagrimas me dolieron en lo más profundo de mi ser, yo le decía la verdad y no comprendía el porque no me creía.
- Mariana no me digas eso, te estoy diciendo la verdad, apoco no me crees?
- No se como pude andar contigo, te amo, pero no puedo permitir que me lastimes de esta manera, te di mi amor a manos llenas, hasta aquí llego la estùpida de Mariana, olvídate de ella porque no la volverás a ver nunca jamás…
Mariana salio corriendo de la preparatoria muy molesta y decepcionada de mi, todo esto por la culpa de alguien tan mala y sin corazón…Sofía.
-
Sofía ven para acá, no te pases porque le dijiste todo esto a Mariana, tú sabes perfectamente que todo esto son puros cuentos tuyos. Ahora dirás la verdad.
- Jajaja estas loco, que te pasa, yo pedirle perdón y darle explicaciones jamás, te dije que me vengaría no? Te lo prometí, eso te pasa por dejarme por esa. Si quieres aquí estafe para ti, porque te amo…
- Eso no es amor, Sofía estas completamente loca eh.
Salí como un caballo desbocado de la prepa para ir a buscar a Mariana, toque y toque su puerta pero no me quiso abrir… le grite lo mucho que la amaba pero nada.
Los días pasaron y no deje de ir a su casa a buscarla ni un solo día.
Un día llegue a tocar su puerta y su vecina me dijo que ya nadie vivía ahí que se habían mudado a la ciudad de Monterrey porque al señor le habían propuesto un mejor trabajo en el que ganaría más dinero. Yo enloquecí llore y llore, cada lagrima derramada por Mariana me llenaba de tristeza y me daba ganas de morir.
Todo un año me la pase llorando dia y noche por haber perdido a mi amada Mariana, a la mujer de mi vida. Todos estos últimos 3 años de su ausencia han sido para mí todo un infierno, aun tenia la esperanza de volver a ver a Mariana, ver su sonrisa sus ojos y todo lo de ella. Seguí estudiando pero por supuesto que ahora ya estaba en la universidad la carrera de ingeniero civil. En todo este tiempo tampoco volví a ver a esa mala chica… Sofía.
Un día caminaba por el parque que estaba cerca de mi casa, andaba en otra onda, tenia otros pensamientos en mi mente, cuando de pronto vi pasar a una chava igualita a mi Mariana. Corrí y corrí hasta poderla alcanzar, cuando llegue a ella que creen que paso…
- Hola.
La chica volteó y era Mariana, la misma Mariana que ame hace 3 años, aunque ya tenía más años, para mí seguía intacta, se notaba que los años no habían pasado encima de ella. Yo no supe que hacer, auque ya era todo un hombre con mis 20 años no pensé como acercarme a ella…
- Mariana eres tu? La misma que sigo amando y que nunca olvide?
- Si me llamo Mariana. Ah Alberto eres tú? Hola tantos años sin saber nada de ti
La abrace fuerte mente y ella también me abrazo, fue un abrazo lleno de recuerdos y de fracasos pero eso si aun era con amor. Me di cuenta que seguía vivo ese sentimiento a pesar de todo lo malo que paso.
- Mariana que te parece si vamos al café que esta por aquí cerca, tenemos muchas cosas de que platicar.
- Claro que si…
El camino se me hizo muy corto, Mariana me platico el porque se fue a Monterrey y me confirmo que su vecina me había dicho la verdad que fue por razones de trabajo de su papá, me platico que regresaría a vivir al DF y que seguiría estudiando la universidad aquí mismo. Me dio tanta alegría porque otra vez la iba a tener cerca.
- Mariana, has olvidado todo lo que paso entre nosotros?
- No Alberto, no te olvidado, fíjate que no e tenido a otra persona en mi pensamiento ni mucho menos otra pareja. Mi amor por ti sigue intacto.
- Yo ando en las mismas Mariana, no te e podido sacar de mi pensamiento ni de mi corazón, pero me duele que no me hayas creído.
- Pero, perdóname tú a mi, yo soy la culpable de todo esto, por no confiar en ti ve lo que nos paso, te pido una disculpa, te amo y quiero estar contigo y que nadie ni nada nos separe de nuevo.
Todos estos años han sido eternos y e vivido arrepentida por no haber aclarado las cosas contigo, el día que me fui a Monterrey me marche muy enojada, no le hice caso a mi corazón porque moría de rabia, fui una idiota al creer todo lo que me dijo Sofía.
- No Mariana perdóname tú a mi por haberte dejado ir…
La plática fue muy padre, aclaramos todo lo que paso y por fin volvimos a ser novios, ese momento esperado estos últimos años de horror y de oscuridad.
Yo termine por fin la universidad, me gradué. Ella estudiaba en la misma universidad que yo nadamàs que ella se quedo un año màs. No nos graduamos juntos porque ella era un año màs chica que yo. Pero claro que el amor no murió.
Han pasado ya 4 años llenos de grandes y felices recuerdos, me case con ella hace 2 años, hemos formado una linda familia, tenemos ya una hermosa niña que se llama Renata, cuanta con 1 año de edad y por ahora Mariana tiene 5 meses de embarazo.
Mi vida a sido la mas bella de todas las personas, me encuentro aquí sentado en el sofá, frente a un gran ventanal observando las estrellas brillar.
Recordando como conocí a esta maravillosa mujer, llena de tantas virtudes.
Me pregunto: como el chico màs popular de aquellos tiempos de la preparatoria se pudo casar con esa chica tímida llena de virtudes, auque muchas personas la criticaban, desde el principio que la trate me enamore de ella.
Y de quien menos te lo esperas te enamoras locamente y también cuando menos te lo esperas te llega el verdadero amor…
FIN…
Claudia Alejandra Cervantes Jasso.
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