lunes, 18 de mayo de 2009

FABIOLA ESTEFANIA VALENCIA

5 comentarios:

Estefanìa dijo...

CUANDO LLEGARÁ ESA PERSONA QUE PARA MI SERÁ MUY ESPECIAL??????????

Ana se preguntaba a cada rato, estando ella muy pensativa en aquél sillón viejo en donde cada vez que tenía que idear algo que para ella era importante, simplemente se sentaba y echaba su imaginación a volar.Ana tiene 17 años, es chida a veces y tiene bonitos sentimientos, lo malo es que le toma mucha importancia a lo que la gente diga de ella, pero bien sabe que esto no debería de ser así solo que no quiere entender, ella misma se dice que...

Estefanìa dijo...

su vida no tiene importancia por tantas cosas que ha tenido que pasar, pero esto sería lo contrario porque una persona no es grandiosa por el simple hecho de tener tantos éxitos, sino por las veces que se ha tenido que levantar de sus fracasos. Ana pensando cada día, cada rato en cuando iva a llegar esa persona que la hiciera sentirse ella misma, digamos que esta historia que les voy a contar fue una experiencia para ella, pero a la vez no veamos porque...

Estefanìa dijo...

UN DIA ANA ESPERANDO ENCONTRAR TRABAJO...fue a una tienda muy grande de abarrotes y demás cosas, ella fue acompañada de su hermana que también iva a pedir trabajo, entonces hablaron con los supervisores de esa área, la cual era el puesto de empacadora que les tocaría a ellas desempeñar, finalmente las personas encargadas pidieron una serie de documentos para que fueran contratadas, en ese tiempo Ana tenía 15 años y su hermana Graciela 14 años, después que llevaron los papeles entraron a trabajar, aunque antes ya les habían dicho que no tenían sueldo fijo, sino que era lo que las personas a las que les embolsaran quisieran darles de propina y su horario era de 5 horas por día y un día de descanso a la semana y que la edad máxima a la que podían quedarse era a los 16 años, bueno pasando a contar lo más importante, todo iva muy bien y no solo en cuestión de dinero, sino en que empezó a conocer muchos amigos y se sentía ella muy bien estando en la tienda porque el ambiente que había allí era tranquilo, aunque sus compañeros de trabajo y ella a veces se ponían a hechar relajo, aaaahhh¡¡ pero no les importaba que les llamaran la atención a cada rato. Una vez estaba Ana mirando a un cajero que le estaba empezando a atraer, aunque no era el típico chico alto, muy guapo y dice así porque tampoco no estaba tan peor, era mas o menos de la altura de Ana, y la verdad lo que más le encantaba de el era su sonrisa y sus ojos que reflejaban un brillo de alegría que irradiaba a cualquiera y no era necesario que los tuviera de color, con tan solo mirarlo y que lo mirara ella, que más podía pedir???, Ana no sabía como se llamaba y aunque ella quería preguntarle no fue necesario porque vio en su gafete el lindo nombre de Gilberto, ella se quedó pensativa un rato y se imaginó que ellos eran novios, pero así de simple como lo pensó, así de simple regresó a la realidad, y era obvio que eso no iva a suceder porque Ana bien sabía que el estaba interesado en otra, y lo malo que era de esa tienda solo que era de otra área y ella se llamaba Lorena, pero ni en cuenta se tomaban ninguna de las dos, solamente pasaba ella como si nada e igual Ana, aunque sentía un enorme deseo de quitarla de su camino, pero no, para que hacer eso, no vale la pena solo la que se va iva a dañar era ella misma y nadie. Bueno, después pasaron como 4 meses y aunque a decir verdad no fue tan bueno porque se enteró que Gilberto ya era novio de Lorena, y no solo eso sino también que tenían ya dos meses de haber andado, solo que lo habían mantenido en secreto, todo el día se la pasó triste y aunque no lo aparentaba tanto, por dentro sentía que su corazón se desvanecía, Ana no dejó de hablarle al chavo, sino que fue todo lo contrario para que el no se diera cuenta que estaba lastimada, por el simple hecho de haber sido novios y tener siempre algo de tiempo sin que haya sabido, porque a Ana le iva gustando cada vez, le iva atrayendo más y para ella no era justo tener que haber sentido todo esto por nada, que no había valido la pena tener que haber malgastado su mente por estar pensándolo y extrañándolo a cada rato, a cada momento de cada día, pero porque tendría que haber sucedido esto y de esta manera, entones en ese momento se sintió desalentada y no era justo que los chavos que le interesaban ninguno la tomaba en cuenta, pensó tal vez que ya no debería enamorarse de nadie en lo absoluto. Pero ella era la que se equivocó al verle regalado cartas sin ni siquiera el haber tenido contestación alguna, hasta que finalmente hubo una, y decía mas o menos así... Espero te encuentres bien de salud y en compañía de tus seres queridos, paso a decir lo siguiente, eres una persona muy agradable, sincera y que vale mucho la pena, lamentablemente y la verdad es que ya había terminado con ella pero ahora decidimos volver otra vez porque esto que sentimos los dos no se acaba así nadamás... Sus ojos de Ana se llenaron de lágrimas y en ese instante no le importaba quien la mirara... el tiempo pasó y...

Estefanìa dijo...

...solo mantenía en recuerdos esos tristes, pero a la vez tan felices instantes que pasó con él, entonces su mente se llenaba de dudas, preguntas y demás cosas que era imposible no pensarlas. Ana nunca platicó con sus amigas de la escuela de ello hasta que estuviera bien segura de que en verdad podía suceder algo, solo las personas que sabían eran compañeras del trabajo, aunque ya eran consideradas para ella sus amigas, Ana todavía seguía trabajando en la tienda y fue entonces cuando llegó el mes de abril y esto significaba ya no poder trabajar, ya no platicar igual ni verse con sus amigas, pero también dejar atrás y que era algo muy especial para ella era... GILBERTO... ¿qué pasaría despúes de que el ya no la viera en la tienda?, ¿se volverían a cruzar sus miradas?, estas y más preguntan surgían a raíz de que Ana observaba lentamente y despistadamente a aquél muchacho que para ella significaba un espacio dentro de su corazón. A las semanas siguientes dada la casualidad Ana tuvo que ir por algo a esa tienda que le habían encargado, entonces como Gilberto tenía un amigo el cual se la llevaban muy bien ellos dos, pues Ana iva normal pasando por el área de carnes, cuando de pronto se encontó al amigo del chavo y le hizo la seña de que se esperara, luego ella se quedó así como que que hago, pero a la vez algo le decía en lo más profundo que lo escuchara porque tal vez sería algo que la pusiera muy contenta, después entre tantos pensamientos se acercó el amigo a ella y le dijo que iva bien, que todo estaba bien, pero ella rápidamente le preguntó que porque le decía eso, entonces el respondió...¿no te imaginas porque te lo digo o por quién te lo digo?... Ana se quedó callada por un momento, entonces supo en verdad de que se trataba todo esto, que el no se lo hubiera dicho tan solo para lastimarla o por el simple hecho tambíen de decirle que se esparara para el quitarle su tiempo así nadamás, no claro que no, esto iva más allá y ella lo sabía perfectamente, ¿sería acaso que a Ana se le había cumplido lo que ella tanto había querido obtener?, o ¿era simplemente una vaga coincidencia que Gilberto me quisiera tratar no como amigos, sino como otra cosa?... eran tantísimas preguntas por responder que la verdad no se sabía por cuál empezar...

Estefanìa dijo...

... pero entonces en un instante reaccionó y Beto el amigo de Gilberto le dijo que si estaba de acuerdo en que si se querían tratar los dos, ella lo pensó un momento y le dijo que estaba bien y que cuando se podían ver para platicar de ello, luego Beto sacó su celular y le habló a Gilberto para decirle principalmente que ya había platicado con ella y que estaba de acuerdo en conocerse, entonces duraron un rato hablando por el teléfono y solo Ana podía estar esperando una respuesta, la cuál sería y significaría muchísimo para ella porque cuanto tiempo no había esperado para que esto sucediera, entonces escuchó las últimas palabras antes de que cortaran la llamada y esas eran: yo le digo, no te preocupes, se miraron Beto y Ana quedando callados un momento de tres segundos, fue entonces que le dijo... Gilberto se puso muy contento por tu respuesta y te espera aquí el martes a las 7:00 p.m.... creeme que esto si va en serio, bueno ya no te quito más tiempo porque yo también tengo que seguir trabajando, Ana le agradeció mucho por lo que hizo y por fin compró lo que ocupaba y se regresó a casa, pensando en todo el camino que eso que ella tanto había anhelado por fin llegaba a cumplirse. Para esto ese día era jueves y pasaron lentamente los días hasta que inesperadamente llegó el martes. estuvo pensando que ponerse para que el la viera guapa, pero esque en realidad eso no impoprtaba para nada, mucho menos el físico, porque ella bien sabía que no era de esas chavas que deslumbraban a todos por su cuerpo, su cara o su belleza, claro que no, pero lo que si sabía perfectamente era de que le importaba a alguien fuera como fuera, estuviera como estuviera, y simplemente ella se decía ESTA PERSONA SOY YO, sinceramente el hecho de saber que le interesaba a alguien, que le importaba, la hacía sentirse feliz y bien consigo misma. Las horas del día estuvieron pasando, se arregló y aunque todo salió de imprevisto no quedó tan mal, subió al camión y llegó a la tienda pensando en no ponerse nerviosa, pero la verdad esque eso era imposible, tan solo pensó en dejar que las cosas sucedieran. Finalmente llegó a la sección en donde estaba él en el tiempo en que Ana trabajaba, pero para su sorpresa ya no estaba allí, sino que estaba en el área de carnes, al igual que su amigo Beto, y lo supo porque preguntó despistadamente, iva acercándose cada vez más y por ningún motivo dejó que el miedo la invadiera y sin más pensarlo el ya la había visto desde el fondo del pasillo, ella esperó un momentó y salió, el no había cambiado nada, bueno sí, sus ojos eran cada vez más hermosos y su mirada tan encantadora, bueno pasando a lo más interesante es que el primero la saludó de beso y le preguntó que como estaba, Ana se sentía ella misma que era lo primordial, poco a poco mientras se ivan metiendo más en la plática lo nervios ivan esfumándose, era algo mágico porque todas las palabras que el le decía de convertían en suaves caricias y dulces besos... terminaron de hablar y el la invitó salir al siguiente día esperándola en...