lunes, 18 de mayo de 2009

CRISTIAN ANGEL RIZO

6 comentarios:

Cristian Angel dijo...

Prólogo

Una buena parte de mi vida me la pase imaginando como es que sería mi muerte; me ponía en situaciones donde con mi hiperactiva imaginación me ponía en situaciones de riesgo en donde yo terminaba muriendo , la mayoría de las veces involucraba a mis seres queridos y a veces dramatizaba tanto las escenas que imaginaba que terminaba llorando. No recuerdo la cantidad de diferentes tipos de muertes que pasaban por mi cabeza; accidentes en extremo violentos, sutiles, enfermedades de todo tipo, masacres, desastres naturales, en fin… mas nunca acerté a la verdadera causa que en realidad experimentaría cuando aquel día llegase.


Aquel día me miré fijamente en el espejo de mi habitación durante horas directo a los ojos preguntándome una y otra vez porque razón lo hacía, cuatro horas ininterrumpidas deslizando mi mirada de arriba abajo, desde los pies hasta la cabeza, sin omitir ni el mas mínimo detalle de mi cuerpo desnudo; observaba una y otra vez desde la punta de mi dedo pulgar de mis pies pasando por mis rodillas golpeadas y cicatrizadas provocadas por las caídas de aquel día; un largo vistazo recorriendo mis piernas tan largas que todas mis amigas superficiales de la preparatoria envidiaban junto con mi trasero de “porn-star” –decían ellas- y mi figura tan delgada que ahora había tornado convertirse en una cadera muy ancha y con celulitis.


Un millón de cosas pasaban por mi cabeza… toda mi vida, prácticamente, pero me detuve por un momento pensando en qué sería lo que mis amigas me dirían si me vieran en este punto de mi vida… Siempre fui una persona muy superficial.


Continúe mi recorrido a través de mi misma. Mire mi abdomen algo flácido y sin definición recordando aquel abdomen marcado y definido que solía tener hace apenas unos cuantos años; mis senos estaban un poco más firmes en aquellos días aunque esa vez que me mire me gustaron más porque estaban un poco más grandes y con más volumen.

Justo en aquel momento en que miraba mis senos los sentimientos se apoderaron totalmente de mi al punto en el que no los pude contener ni un segundo mas, comencé a llorar como loca desquiciada al mirar las cicatrices de las mordidas y golpes que ahora adornaban mis senos, me sentí sucia, me sentí usada, manipulada, me sentí… nada… ahora no valgo nada. Aquellos recuerdos, que ahora trato de evitar, volvieron a mí como mil navajas llameadas atacándome y atormentándome, era como si regresara el tiempo a aquel último día y lo viviera de nuevo. El llanto no era suficiente para desahogar el daño que la vida me había regalado.

Cristian Angel dijo...

Reaccione de mis caóticos pensamientos cuando una de mis lagrimas se deslizó por en medio de mis pechos y seguí con la mirada su recorrido; me era muy difícil ver ya que mis lagrimas casi anulaban mi vista pero aun así hacia el esfuerzo de ver como si fuera mi última voluntad a la cual tenía que poner todo mi esfuerzo. Aun así continúe observando mis facciones de mi cara; Mi nariz recta, la fina estructura de mi rostro, una pequeña cicatriz en mi pómulo izquierdo que me quedo de una espinilla a los 19, mis ojos ocres casi dando a un tono color caramelo brillantes que destellaban por el efecto de las lagrimas sobre ellos; los contemple la mayor parte del tiempo que pase frente al espejo, observándolos como si yo misma fuera una desconocida… de hecho era así como me sentía…


Entre mi inconsolable llanto una de mis lagrimas navegó partiendo desde mis ojos, acariciando suavemente mi cara, cayendo a mi pecho como una pesada roca que se derrumba desde un acantilado muy alto… mis sentidos estaban tan agudizados que alcance a escuchar el – ¡slap! -de la lagrima cuando cayó sobre mi pecho y se mantuvo por una milésima de fracción de segundo que mi mente por alguna razón logró percibir. La lagrima paso por en medio de mis senos y de nuevo logré percibir como la gota de llanto vibraba al son de los latidos de mi corazón mientras se deslizaba por mi abdomen hasta tocar mi clítoris y pronto desvaneciéndose en mi vagina. Fue ahí donde como un golpe en la cabeza que noqueo mi mente al llegar a mi cabeza el recuerdo de cómo todo esto comenzó.


Al recordar la estupidez con la que todo mi mundo comenzó a derrumbarse. Mi inquietud y mi sensación de repugnancia y hacia mi misma me provocaron una cólera incontrolable y una furia que me hacía que me ardiera hasta el alma y me quemara el pecho de una manera tan intensa como si me vertieran mercurio liquido ardiente. Me dolía mucho…


La desesperación y mi coraje llego a tal punto en el que reaccione deslizando mi mano derecha que posaba sobre mi muslo a través de mi cintura y pronto la levanté y la hice puño justo frente mi cara y desate toda mi furia contra lo más cercano a mi persona que tenía que era yo misma, mi reflejo, y di un golpe con toda la fuerza y cólera que mi cuerpo soportaba sobre aquel espejo que se ubicaba en la parte oriente de mi habitación.


Los vidrios punzantes cayeron al suelo y mire de nuevo mi reflejo sobre las piezas que yacían en el suelo. En pocos instantes me percaté del dolor que hizo presencia en mi mano sobre todo en la parte dorsal y observe las yagas que yo misma me había provocado y comenzaron a sangrar. De repente sentí un alivio, era como si el dolor desahogara mi dolor interno que años de lagrimas no pudieron deshacer. Era una sensación que me causaba un placer que podía jurar que si lo mantenía, pronto podría llegar a un orgasmo sexual, me sentí excitada, pero no se trataba de una excitación sexual morbosa, lo sentí como algo mas sagrado y puro, como algo que me podría salvar y liberar. Fue ahí donde tome la decisión de liberarme de mi misma; en ese momento donde visualicé mis alas abriéndose listas y con energía suficiente para liberarme y desatarme de mis sentimientos humanos. Tomé uno de los fragmentos del espejo - el más punzante de todos - lo mire y vi lo mas repulsivo que pude haber visto… yo.


Me mire a los ojos antes de actuar y luego lo encajé en mi muñeca izquierda haciendo una incisión comenzando desde mi muñeca hasta el donde comienza el antebrazo.

Cristian Angel dijo...

Era una sensación de lo más placentera, sentía como la sangre que evacuaba mi cuerpo al mismo tiempo expulsaba de mi todo lo que en mi vida me había aquejado; desde el pequeño capricho que le hacía a mi papa de pequeña porque no quería comprarme el helado de fresa que deseaba hasta la peor experiencia que en mi vida había sufrido… todo iba quedando fuera a una velocidad carrereada, apreciable y corta… luego mi vista comenzó a nublarse y mi cuerpo a debilitarse amenazando con azotar contra el piso en contra de mi voluntad y pronto ya no tuve control de mi misma y como era obvio caí al piso de golpe acostada mientras apreciaba lo último que mi vista alcanzo a percibir: mi sangre derramada en el piso, y al último momento que alcé mi mirada una fotografía en mi escritorio que mi madre guardaba de mi hija y yo. Mis ojos se cerraron…


Aunque ya no podía ver aun sentía energía en mi cerebro y volvió mi último recuerdo a mi mente. El peor de todos mis recuerdos: el mismo que me motivó a llegar a este punto en mi vida.

Cristian Angel dijo...

CAPITULO 1
YO


Tenía 15 años, tan solo tenía dos semanas de haber salido de mi último año de secundaria y la melancolía y la nostalgia por dejar atrás aquella parte de mi vida me deprimía mucho y mas la parte en la que no sabía que iba a ser de la vida de mis amigas y amigos, me cuestionaba si los iba a seguir viendo y, si así fuera, ¿serian diferente nuestras relaciones y nuestra amistad? O si dejábamos de vernos y nos distanciábamos ¿algún día nos volveríamos a ver?


Me resultaba muy difícil pensar que dejaba atrás mi vida con “mi familia” de la escuela.


Ese miércoles solo pase la tarde acostada en mi cama en absoluto silencio, solloza por los buenos y al igual que malos recuerdos sobre mis tres años en aquella escuela y poco después del crepúsculo mi teléfono celular sonó haciéndome reaccionar con sorpresa dando un salto de la cama y luego tomarlo de mi buró. Se trataba de una de mis mejores amigas en aquel entonces su nombre: Wendy.

Cristian Angel dijo...

-hola yaxiri ¿como estas, que haces y que vas a hacer?- pregunto con mucha emoción.

-hola Wendy, bien… o al menos eso creo jaja… pues no voy a hacer nada. Pensaba en ir por la noche a cenar con mi familia.

- ¡naaah, no vayas! –Mantuvo su timbre de emoción- por qué mejor no vienes con nosotros. Nos invitó un amigo de Ricardo a una fiesta de cumpleaños de un tipo de Zapopan - Zapopan se trataba de un lugar un poco retirado en de Tlaquepaque, lugar donde yo vivía en aquel entonces, bueno, al menos para una persona como yo que no salía mucho una hora en automóvil se me hacia una eternidad- me parece que el chavo del cumple estudia en la prepa n° 8. ¡La fiesta va a ser en puerta de hierro!- pego un gran grito de emoción.

-mmm no lo sé Wen tengo que pedir permiso a mis papas a ver q me dicen. Pero ¿no vamos a regresar tarde verdad?

- claro que no- masculló - pero por si acaso pide permiso para quedarte en mi casa porque Zapopan no está muy cerca que digamos. Yo tampoco tengo permiso de llegar muy tarde- hizo una pausa pareciendo un poco decepcionada, pero casi al instante volvió a sonar emocionada aun más que antes- ¡conseguí que mis papas me prestaran el carro!

- ok veré que puedo hacer. Pero antes dime ¿quiénes van a ir con nosotros?

A Wendy la conocí desde que teníamos tan solo 8 años, fue por parte de una de las tantas amigas de mi mama, y solíamos juntarnos en su casa para jugar de sol a sol y varias veces me llegue a quedar a dormir en su casa mientras veíamos películas o simplemente platicábamos. Mis papas le tenían mucha confianza, por eso mismo no creí que fuera a ser muy difícil convencerlos d que me dejaran quedar a dormir en casa de Wendy.

-van a ir Ricardo, Alex, Mónica y Jess y obvio tu y yo.

-ok te voy a mandar mensaje en cuanto tenga la respuesta definitiva de mis papas ¿está bien?

- esta bien pero no te vayas a tardar mucho con ese permiso porque van a ser las 7 y tenemos que estar en Zapopán a las 10 –dijo entrecerrando los dientes, ya que había olvidado ese detalle de llegar a esa hora a la fiesta; fue donde me quede pensando: si a esa hora vamos a llegar supongo que se va a terminar muy tarde. Tenía miedo pero una parte de mi me rogaba que comenzara a vivir mi vida un poco mas intensamente, disfrutarla al máximo y llevarla a un nuevo nivel que yo veía superior.

- ¡a las 10!- pegué un grito sorprendida pero terminé asintiendo casi al instante- esta bien.Entonces en un rato te mando mensaje.

Cristian Angel dijo...

No sé porque pero de repente me dieron unas ganas y una emoción intensa por ir a esa fiesta. Solo de imaginarme a chavos mayores en una fiesta alocada me ponía la piel de gallina pero era un miedo que reflejaba emoción; era como la primera vez que subía a una montaña rusa.


Me apresure rápido con mi mama, que era la de los permisos, a rogarle y si era necesario llorar para que me dejara ir.


Para asegurar mi permiso le dije a mi mama que iba a ir a casa de Wendy a ver películas, después de todo eso hacíamos muy seguido y de esa manera ni siquiera se iba a tomar la molestia de marcarle a la mama de Wendy para asegurarse de que yo estuviera ahí. Y tal y como lo predije me dio el permiso fácilmente.


Al instante de que mi mama me concibió el permiso mande un mensaje de texto a Wendy para informarle y me contesto diciendo que iba a pasar por mí a las nueve. Apenas eran las siete. Tenía bastante tiempo para bañarme, arreglarme y aun tiempo para cenar algo y ver la televisión. Así que comencé a hacer mis deberes.


Salí al patio a encender el boiler y mientras se calentaba iba a mi cuarto a ver qué ropa me pondría. Tenía unos jeans Diesel ajustados que mi papa me había regalado en mi cumpleaños que me quedaban muy bien y una blusa blanca con un escote algo provocador; que a mi mama casi le daba un infarto cuando me veía con ella puesta. Pronto pensé en que zapatos ponerme y se me ocurrieron varios pares pero termine decidiéndome por unos zapatos con un tacón no muy alto color blanco también. Al momento de escoger mi ropa interior no sé porque pero se me ocurrió la loca idea de llevarme la mejor que tenia “según por si llegaba a tener mi primera vez estar lista con lo mejor que tenia”.


Durante las compras de navidad le había hecho un berrinche a mi mama mientras pasábamos por una tienda Victoria’s Secret de que me comprara un conjunto de ropa interior de la tienda y termino por comprármelo mas nunca lo use porque la ocasión en la que lo iba a usar tenía que ser una ocasión especial.