lunes, 18 de mayo de 2009

JISELA LÓPEZ

25 comentarios:

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PLENITUD - AMADO NERVO
Al empezar a leer este libro me di cuenta de que eran como muchos poemas de Amado Nervo y yo me imaginaba que seria una historia pero me di cuenta que no.A mi en lo personal me gusto mucho el libro por que nos menciona como Amado Nervo ve la vida en cada uno de sus poemas y que la verdad creo que tiene mucha razon en lo que menciona todos ellos nos hablan de el no ser materialista, de como podemos lograr nuestros sueños y que en nosostros esta la respuesta de todos los problemas, del tener fe, que hay que aceptar todas las cosas que vengan de la vida por que por algo suceden y nos ayudan a crecer cada dia mas, de lo serca que devemos estar de dios, de amar al projimo, del ser positivo y mas cosas, yo ya habia leeido el poema de llenalo de amor y desde el principio la verdad me encanto mucho creo que me queda mucho lo que menciona de hecho tambien se los di a mis amigas y tambien les gusto mucho, los poemas que mas me gustaron fueron:"Llenalo de amor""Aqui estoy""El dolor pasado""Alegrate"y otros, mas este libro me gusto por que deja mucho para aplicar en la vida cotidiana y que nos ayudaria a tener una vida mucho mejor.

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AURA - CARLOS FUENTES
Este libro de aura a mi me gusto mucho siento que mas que nada ahy que saber interpretarlo por que la verdad si la vemos por encimita suena a que el señor Montero se habia enamorado de la muchacha aura y que consuelo era una viejesita que lo habia contratado como historiador pero yo creo la muchacha aura se refiere a la vibra del señor montero y cuando menciona que siempre vestida de verde creo que se refiere a que siempre buscando el alivio de su alma por que es lo que significa el aura de color verde y en la viejesita consuelo es el consuelo que buscaba el señor Montero por eso es que al final se ve que se relacionan mucho aura con consuelo ya que el señor Montero lo que buscaba era el sentirse mejor sentimentalmente por que como que se sentia muy solo y buscaba el consuelo en el mismo, busba un alivio y por eso su aura era verde

Gisse dijo...

La Dama de las Camelias - Alejandro Dumas
Con este libro, quede muy impresionada, me atrevo a decir que es el mejor libro de todos los libros de historias de amor que he leído, es una bella historia de amor que me encanto por que no fue una historia habitual como muchas otras historias, tal como lo menciona el autor de esta obra esta es una historia real que sucedió en Paris es una historia que le toco vivir al autor, como lo mencione anteriormente es una historia nada habitual por que trata de una pareja donde Armand Duval era un abogado y Marguerite Gautier, “La Dama de las Camelias” era una cortesana, su relación siempre se baso en un amor mutuo donde se sacrificaban muchas cosas por la felicidad o por lo que era mejor para el otro, era un amor incondicional, yo creo que siempre en el amor verdadero es donde quizás pueda haber mas cosas a que enfrentarse en la vida y cuando existe el amor verdadero se hace todo por conseguir la felicidad del otro sin condiciones, es un amor pleno y puro donde no importa las condiciones del otro y solo el destino es el que manda en el amor, bien puedes tener una idea de tu hombre o mujer perfecta y terminar enamorándote de otra persona que es lo contrario, en el amor no se sabe, creo que todo puede pasar y el corazón es el que manda.
Y o se que muchas veces he mencionado en mis escritos sobre otros libros “Me encanto su forma de narrar”, y si, siempre ha sido cierto pero realmente este libro me conmovió me transmitía todo lo que sentían los personajes de una manera tan precisa que llego el momento en que llegue hasta a sentir un nudo en mi garganta, cosa que no había sentido en ningún otro libro, recomiendo ampliamente leer este libro.

Gisse dijo...

VASCO DE QUIROGA
Este libro consistia en muchos cuentos, esta vez en ocaciones se me iso muy fantasioso quizas sea por que es para niños, pero habia cosas que no le entendi mucho o no se si quizas sea el interes que le tome a este libro, pero esperaba que narrara mas aventuras o algo asi, pero no fue asi al principio empezaba como con violencia y ya al final escribio cosas mas bonitas que fue la parte que mas me gusto pero en fin la verdad si esperaba algo distinto de este libro

Gisse dijo...

"HUNDIRME EN SU MIRADA"

CAPITULO l
Hace unos meses en una mañana mientras dormía algo interrumpió mis sueños, era ese ruido que venia de la calle, decidí ver por la ventana que llevaba la mirada hacia aquel jardín lleno de rosas blancas, siempre que salía de casa llamaban mi atención, había algo muy especial en ese jardín, pero nunca había sabido lo que era, no logre ver de donde venia el ruido asi que decidí asearme y bajar, me acerque a la casa un poco y pude ver aquella joven que tantas veces se me había puesto en mi camino pero que nunca había hecho despertar a mi corazón adormilado por las heridas del tiempo.
Con el solo mirarla, mi corazón a cada palpitar parecía ser tan distinto y cada acción que emprendía mi cuerpo; me sudaban las manos y sentí algo que jamás había sentido, muchas veces me he enamorado pero nunca lo había sentido asi, parecía un adolecente; como olvidar su mirada, esa mirada que provocaba hundirme en ella, esa mirada que lo único que me transmitían era el amor por la vida, una mirada tan tierna llena de paz, esos rizos que brillaban con la luz del sol, esa boca que solo provocaba quererla besar impulsivamente decidí caminar hacia aquel jardín y saludarla
—Hola, la he estado observando desde hace un rato y decidí venir a saludarla.
— ¿Ha si y que lo hiso tomar esa decisión?
—Sentí la necesidad de decirle todas aquellas ideas que rodeaban a mi mente pero no me atreví—.
—Me gustaría tener un poco de amistad con usted.
Ella solo parecía mirarme con insistencia, por un momento mi alma parecía haberse pasado totalmente a su corazón y mi corazón a mis ojos.
A si que… —hablo ella de pronto—. Solo una amistad, pues claro por que no.
—Que bien que te guste la idea —le dije, me di cuenta que era tarde y decidí dejar la platica—.
—Sabes me tengo que ir pero no me voy sin saber como te llamas. –le dije mientras caminaba y me despedía—.
¡Zilech Gastón! —Ella grito.
Muy de prisa me dirigí al estudio de proyección e imagen a un llamado que tenía a las 9:00 a. m. estaba filmando la película “Miradas del alma”, era el protagonista, mi personaje era un hombre muy malo ´que por un trauma que había tenido de pequeño hacia mucho daño a los demás hasta que conoció a la mujer con la que cambio su vida.

Gisse dijo...

Amo la actuación y cantar, me apasiona mucho y creo que lo proyecto a la hora de hacerlo, no es tan fácil pero cuando se quieren las cosas se logran, siempre los medios de comunicación están enzima de ti haciendo y deshaciendo la vida de los demás como si no tuvieran vida propia, siempre las criticas hacia tu trabajo y lo mas importante lo difícil que es que te den una oportunidad; si asi es, yo soy un actor reconocido en Rio de Janeiro, soy Emilio Dulver, un cantante que termino siendo por cosas del destino actor, un actor que empezó de lo mas bajo para lograr sus sueños; recuerdo aquella niñez tan difícil donde era el que llevaba el dinero a mis padres vendiendo siempre paletas en un carrito, aquella adolescencia cuando trabaje repartiendo pizzas o aquella juventud en aquel restaurant de la Avenida Atlántica donde se podía ver de todo y en algunas ocasiones me dejaban cantar para el publico pero siempre ganándome las cosas por mi mismo, todas aquellas experiencias que te hacen crecer y fortalecer tu vida.
Después en aquel restaurant conocí a un hombre llamado Manuel Jabim, después de haberme escuchado cantar me llamo que fuera a su mesa que se encontraba en el centro de todo el restaurant, era un hombre de negocios con una importante vida social, representante de algunos artistas en Rio de Janeiro, seguido se miraba por estos rumbos llegar pero nunca me había escuchado cantar hasta ese día.
—Le gustaría llegar a ser un famoso cantante y que su música sea cantada por todo el mundo. —Me dijo enseguida de que me acerque a la mesa.
—Claro me encantaría, seguro que si. —Le dije muy interesado_.
—Usted tiene mucho talento y su música puede tener gran éxito, usted le da un toque muy especial e original.
Desde aquella noche en esa charla comenzó mi vida artística; para darle promoción a mi disco decidí hacer una telenovela, le gusto mucho al publico y asi con el tiempo me siguieron saliendo mas proyectos en la actuación hasta hoy día, en algunos años mas pienso sacar un disco y dedicarle mas tiempo al canto que es lo que mas me gusta.
Al terminar el día, decidí volver a casa, mientras caminaba por aquellas calles de Rio de Janeiro, pensaba en aquella mujer y su hermosa mirada llena de luz, en cada palabra que salió de mi boca y de la suya, en la pequeña charla que habíamos tenido por la mañana mientras una serie de preguntas invadían mi mente sin obtener ninguna respuesta, ¿Por qué sentí esa ternura? ¿Por qué su alma había parecido unirse a la mía?

Gisse dijo...

CAPITULO 2
No sabía y no entendía lo que sucedía; al llegar ya a casa de pronto llamaban a la puerta con insistencia al abrir la puerta me di cuenta que era ella esa Joven, Zilech Gastón, con su cara pálida como un muerto, al verla asi, me asusto.
— ¿Qué pasa? —le dije.
— ¡Vega ayúdeme! mi madre se callo cuando iba bajando las escaleras y no la puedo levantar.
Cuando íbamos caminando a casa me di cuenta que a pesar de su preocupación, Zilesh Gastón caminaba muy lento y sus pasos eran distraídos, al llegar a su casa le ayude a levantar a su madre, entre los dos la cargamos y la sentamos en un sillón de la sala, una sala ya muy vieja por los años.
—Voy por un poco de hielo a la cocina —dijo ella.
—Esta, bien aquí la espero.
Aun que por un instante recorrí su casa que al igual que ella me llenaba de paz y de confianza, esa confianza que era difícil que yo encontrara.
Después de un rato de recorrer toda su casa encontré el que al parecer era la habitación de aquella joven, al entrar me di cuenta de que esa joven que conocí por la mañana, era una fan mía, tenia su cuarto con muchos posters, al darme cuenta de todo esto se mezclaron muchos sentimientos que terminaron por arrancar una sonrisa en mi rostro, pensé, ¿Por qué nunca menciono que yo era su ídolo? ¿Por qué al verme nunca cambio con migo como cualquier otra fans?; todas aquellas preguntas me las hacia mientras recorría su habitación y miraba aquellos posters, mire en aquel buro de madera un cuaderno que llamo mi atención y en la primera pagina mire un escrito que decía:
En ese mar de miradas,
hay estoy, llena de emociones,
llena de felicidad, pero al mismo tiempo
tan llena de soledad.

Solo tengo aquellas fotos
que en cada momento
de desaliento con solo mirarlas
fueron mi aliento.

Solo existe aquella mirada
con la que soy feliz
cuando me hundo en ella,
pero al mismo tiempo
solo existe aquella tristeza y soledad
que me hacen querer olvidarla.

No quiero quererte,
se que no obtendré nada de ti,
te quiero y de una forma que no entiendo
quiero olvidarte, pero muero en el intento
y cuando mas lo intento mas te quiero.
Zilesh Gastón.

Gisse dijo...

Cuando termine de leer el escrito me sentí aun mas lleno de emociones pero también confundido, no sabia si esa joven en realidad estaba enamorada de mi o solo era una fans mas, como todas aquellas jóvenes, no entendía su reacción cuando platique por primera vez con ella, pero me sentí tan lleno de paz que por unos minutos me quede dormido en su habitación, cuando escuche entre mi sueño:
—Señor, señor. —insistía—. Se ha quedado dormido.
—Perdón, pero es que estoy un poco cansado. —Le dije enseguida de que desperté—.
—Señor debería ir a su casa a descansar.
—Si claro pero dígame que pasa con su madre. —Le dije mientras caminábamos por una larga escalera que nos llevaba a la calle—.
—Ella ya esta bien, no se preocupe valla y descanse.
—Bien, pero mañana antes de irme a mi llamado pasare a ver como sigue su madre.
—Esta bien señor no se preocupe, pero… —Nada yo vendré.
—Si pero tengo una duda, ¿Por qué dice que tiene un llamado? ¿De que habla?
—Mañana que venga a ver a su madre platicamos.
—Pero… —Ya le dije señorita, mañana platicamos, que descanse y que tenga buenas noches.
— Bien, hasta mañana y buenas noches.
Camine hacia casa, siempre pensativo, estaba tan cansado que llegue directo a dormir; parte de la noche sin dormir solo de estar pensando todo lo que viví durante el día con aquella joven, fue dar vueltas en la cama, hasta que por fin sin darme cuenta de pronto me quede dormido; tuve un sueño con esa joven, desde esa vez es muy fácil recordarlo, todo empezaba en la habitación que había estado, yo miraba aquellos posters, cuando de pronto ella se acerco y de un momento a otro ya estábamos muy cerca el uno del otro, olía su esencia de mujer, se acercaba murmurándome al oído, mientras que mi piel reaccionaba a todas aquellas caricias, comencé a acariciarla y a tocarla poco a poco lentamente sin idea del tiempo, dejando fuera esos miedos, sin importar nada ni nadie, solo ella y yo, deteniéndome a cada segundo para recorrer ese cuerpo que hubiera querido quedarme asi por siglos, para hundirme en su mirada tan llena de deseo y amor, para hundirme en esa boca, en esa piel tan suave y delicada; no podía creer como en tan poco tiempo ella se había vuelto tan importante para mi.

Gisse dijo...

CAPITULO 3
Al día siguiente, después de ese largo sueño, me bañe, desayuné y en seguida fui a casa de Zilesh Gastón, desde que inicio mi dia todo parecia ser muy distinto a los demás aun que creo que era mas bien el cambio en mi que me hacia ver las cosas de mi alrededor, si creo que si, eso era.
A cada paso que daba y entre mas me acercaba a aquel jardín lleno de rosas blancas mi corazón se aceleraba cada vez mas, sentía como si una fiebre invadiera todo mi cuerpo, a pesar de que era corto el camino hoy se me había hecho mas largo que nunca, ya de pronto estaba aquella puerta de madera enfrente de mi, aquella puerta que veía tan lejana; ahora esa fiebre que me invadía me impedía tocar esa puerta, hasta que lo hice, toque un par de veces cuando escuche aquella voz tan dulce, pensé que mi corazón no podría latir mas fuerte pero no fue asi, mi corazón latía mas y mientras mis oídos escuchaban los pasos de Zilesh Gastón acercarse quise correr, pero decidí quedarme, no podía creer que mi comportamiento fuera como el de un adolecente a pesar de que había sido tan mujeriego, ya tenia mucha experiencia con las mujeres y que me pasara esto era muy raro.
Abrió la puerta en aquel momento y seguía sin entender aquella mirada, no puedo creer que en aquel momento no lo hubiera notado; me quede callado por un momento sin decir ninguna palabra, solo el silencio reinaba, de pronto ella hablo.
—Señor ya lo estaba esperando.
—Pues ya estoy aquí, ¿Cómo siguió su madre?
—Pues mi madre ya esta mejor, se torció el pie y se golpeo un poco la cabeza le estoy poniendo pomadas para que se le desinflame el tobillo.
—Que bueno puedo pasar a verla, creo que ayer ni me vio estaba inconsciente.
— ¡Claro! Pase usted.
Camine por una puerta que estaba al lado de la escalera que camine la noche anterior, enseguida estaba la sala y la cocina, después había un pasillo que tenia tres puertas, en la segunda puerta Zilech y yo entramos, hicimos mas tiempo de lo normal en llegar, pensé que quizás tendría algún problema en sus piernas.

Gisse dijo...

Al llegar al cuarto la madre de Zilesh estaba recostada, una señora muy bella, ojos color miel, su piel ya arrugada por el paso de los años su pelo un poco canoso y muy lacio, es una señora muy agradable ya aparentaba sesenta años.

—Buenos días señora —Me acerque a su cama—.
—Buenos días —Continuo—. Gracias por venir muy amable, no se debería de preocupar tanto por mi, solo fue una caída.
—Solo una caída —le dije—. Pero si a su edad ya cualquier caída puede causarle fisilmente una fractura y usted lo dice tan normal.
—Hay señor pero si a esta edad ya todo esto que nos pasa es normal ya pronto Dios me llamara a entregarle cuentas de mi vida.
—Nada de eso debe de cuidarse.
Mientras platicaba con la mama de Zilesh Gastón m di cuenta que no veía muy bien.
—Señora, ¿le puedo hacer una pregunta?
—Adelante, pregunte lo que quiera se ve que usted es una gran persona —Mientras, Zilesh solo escuchaba con los ojos fijos a la cama—.
— ¿Usted tiene un poco mal su vista?
—Si, asi es todo ya por la edad, el cuerpo reclama con el tiempo todo lo que le damos por eso hay que cuidarse.
—Tiene usted razón.
—Pero a todo esto como se llama usted —le dije amablemente—.
—Me llamo Cecilia Cardoso, para servirle ¿y usted?
—Perdone madre —Zilesh interrumpió—. Yo tuve el error al no haberlos presentado el se llama… —Se quedo pensando por un rato—. Ae da cuenta señor ayer por la mañana nos conocimos yo le dije mi nombre pero usted no.
—Perdón mi vida tan ajetreada, no me dio oportunidad de decírselo yo me llamo… Edison.

Gisse dijo...

—Le mentí, no pude decirle la verdad, no podía decirle que en realidad yo era su ídolo, el que tanto quería; aquel al que le había escrito. Me revoloteaban las ideas por la mente, espontáneamente le dije que me llamaba Edison y no Emilio Dulver, le mentí por el miedo a que no me quisiera por el ser humano que soy o que fuera solo una ilusión de una fan, que me quisiera pero solo por el dinero que le puedo dar, o por la fama; que equivocado estaba, el amor que sentía por mi era puro y pleno, solo quería mi felicidad y sin esperar nada a cambio tal como el amor que yo le entregue.
—Mucho gusto, hasta que se nos hiso presentarnos —Ella continuo—.
—Asi es, pero ya habrá tiempo para conocernos más.
— ¡Yo encantada! —Lo dijo con una emoción que es difícil descifrar pero sentí que era bueno—.
—No es que quiera interrumpir su plática, —De pronto hablo la señora Cecilia—. —Pero creo que al señor se le hace tarde para trabajar.
—Si asi es señora me tengo que ir pero enseguida vendré a ver como sigue, espero que se recupere pronto.
—Gracias por sus buenos deseos.
—Venga señor Edison lo acompaño a la puerta.
Mientras caminábamos hacia la puerta de la calle, los dos no hablábamos, hacia lo lejos se podía escuchar el ruido de los pájaros, el ruido de las hojas de los arboles mover al ritmo del aire, pero toda aquella hermosa naturaleza parecía no existir en aquel momento aun que estuviera presente.
—Señor Dulver… perdone —Me dijo muy risueña mientras yo sentía que todo se me venia abajo, me puse tan pálido que pensé que lo notaria—. Perdone. —reitero y me lo decía mientras seguía riendo—. Le dije el nombre de mi ídolo, habla tan parecido, —luego de que suspiro—.
—De verdad, —proseguí—. ¿Y como se llama?
—Se llama Emilio Dulver, es un cantante y actor me empezó a gustar desde una vez que lo vi en una novela, me transmitió todo su ser, todo lo que el era, se que solo hacia otro personaje, pero vi lo profundo de su alma, vi su nobleza, honestidad, honradez y pureza que llenaron mi corazón, yo soy tan feliz con cada una de las cosas que nos regala con todos esos proyectos, me dio muchas amigas a las cuales compartirles todos mis emociones, emociones de las que estoy muy agradecida y siempre le estaré, me hacen tan feliz. —Cada que lo decía una sonrisa llenaba su alma y sus ojos brillaban como el agua con la luz de la luna—.

Gisse dijo...

Ella se detuvo por un momento en una de las ventanas de la sala, el aire acariciaba su piel, era como un regalo de dios, mientras observaba aquel horizonte perdido como el de su mirada, de pronto me dijo, —Señor creo que ya lo estoy aburriendo no veo por que platicarle esto a usted, perdone pero… algo me impulso a hacerlo, me inspira gran confianza.
—Que bueno que sea asi señorita Zilesh, a mi me inspiro mucha confianza desde aquel primer saludo, no se preocupe que para nada me aburre espero luego podamos retomar esta platica.
—Pues si asi lo quiere será un placer, luego platicaremos por que se le hace tarde.
—Para usted nunca será tarde señorita, estaré cuando usted quiera y necesite.
—Muchas gracias señor, es usted muy amable. —Ya estábamos fuera de su casa nos despedimos, sentía como si no la fuera a ver nunca mas, no quería alejarme de ella, todo era como un sueño, como una luz que lleno mi alma y mi corazón—.
Camine hacia el trabajo, todo era maravilloso, el camino parecía ser muy corto, disfrutaba de todo lo que me rodeaba, estaba mas agradecido que nunca con lo que dios me dio, agradecía cada paso que daba, el aire que respiraba, del sentirme vivo, del sol, de la luna, estaba agradecido de todas aquellas que parecen tan pequeñas pero en realidad son tan grandes, esas cosas con las que dios nos demuestra todo el amor que nos tiene, nunca nadie me había hecho ver la vida tan bonita como Zilech Gastón.
Llegando al trabajo me encontré con Fernando Da Silva, es mi amigo de toda la vida y nos toco trabajar juntos en esta película, siempre me escucha cuando tengo problemas, le platique todo lo que ya en aquel momento sentía por Zilesh. El creía que estaba loco me decía que no me podía enamorar de una fan, decía que era imposible, yo creo que lo imposible pueden ser lo mas posibles si lo quieres.
Estuve grabando la película, me salió mejor, me entregue por completo y me fue mas fácil transmitir los sentimientos del personaje todos aquellos sentimientos que hacen que alguna jóvenes se enamoren de nosotros cuando en realidad es del personaje, bueno aun que claro también le damos al personaje un poco de nuestra personalidad. Ese día grabe hasta tarde, estuve dieciocho horas, pareciera que tuviera doble vida, hay momentos en los que vivo mas como mi personaje que como yo mismo.

Gisse dijo...

CAPITULO 4
Me dirigí a mi casa, caminaba por todas aquellas calles tan llenas de luces y a veces tan oscuras, cruce la calle ya estaba cercas de casa; entre el vaivén del los carros vi a Zilesh Gastón, aquella fiebre que sentí por la mañana apareció de nuevo ella estaba como a diez metros de mi.
— ¡Zilesh, Zilesh!, —grite—.
—Si dígame.
—Gusta que la acompañe, —le dije gustoso—.
—Bueno claro por que no.
— ¿De donde viene?
—Salí a caminar un poco, estaba muy aburrida en casa.
—Si, lo imagino.
Zilesh yo comenzamos a caminar por un parque muy hermoso.
—Señorita Zilech, no se ha dado cuenta que nunca hemos tenido oportunidad de platicar mas a fondo, siempre tengo ocupaciones que no me lo permiten —le dije muy interesado—.
—Si es cierto me gustaría que nos conociéramos mas, bien pues… —por un momento se detuvo—.
— ¿Qué edad tiene? —pregunte—.
—Tengo 20 años ¿y usted?
—Yo tengo 36 años.
—Ya es grande pensé que tenia menos edad, no los aparenta.
—Pues quizás.
—Pero usted, ¿a que se dedica? —Pregunte—.

Gisse dijo...

—Antes trabajaba para una compañía textil pero ahora ya no lo hago, por mi discapacidad me corrieron y no encuentro trabajo en ningún lado.
— ¿Su discapacidad? ¿A que se refiere?
—Si, tengo una discapacidad, pensé que ya se había dado cuenta de ello, soy ciega.
¿Cómo en todo este tiempo no me había dado cuenta? Tantas veces la tuve de frente, tantas veces me hundí en su mirada, estaba muy sorprendido parecía detenerse en tiempo dentro de mi.
Ahora entiendo muchas cosas, algunas de aquellas preguntas que tanto me había hecho, en ese pequeño instante se habían resuelto.
— ¿Ciega?, no me había dado cuenta —le dije sorprendido—.
—Su mirada es tan llena de luz, de ternura, de paz, pero no parece que fuera ciega, su mirada dice muchas cosas, más de las que se imagina.
— ¿Usted cree?
—Si, lo creo, y tengo que decirle todo lo que he estado callando todo este tiempo.
— ¡Valla! Continúe, —Me dijo sorprendida—.
—La primera vez, ¿Lo recuerda? —Pregunte—, en aquel jardín de su casa cuando la conocí.
—Claro que lo recuerdo.
—Desde ese día usted me gusta y no solo me gusta si no que la amo.
Veia largo el momento para decirle que la amaba, pero llego el momento, ni si quiera se por que le dije que la amaba fue algo que me salió espontáneamente del alma.
— ¡Que ¡ Usted esta loco, como me va a amar si hace apenas unos días nos conocimos.
— Señorita Zilesh, ni yo mismo lo entiendo, solo se y estoy seguro que la amo por que cada vez que me hundo en su mirada es como so yo pudiera acariciar su alma.
—Usted se esta creando falsas ideas.

Gisse dijo...

—No, no es asi este corazón, yo se lo que siente mi corazón y eso es amor.
Zilesh Gastón sentía algo por mí, yo lo sabia, lo veía en su mirada, pero no me lo quería decir.
—Señor, no insista y olvidemos todo.
— ¿Olvidarlo?, ¿olvidarlo ha dicho?, ¿y como puedo olvidar que la amo?
—Usted no me puede amar esta confundido.
— ¿Y por que no la puedo amar?
—No me pregunte más.
—Enseguida dio vuelta por la calle Jordao, apresurando el paso—.
—Espere, espere —le dije—. ¿Usted cree que no la puedo amar solo por que es ciega? ¿Usted eso cree? —insistí—. Pues se equivoca por que eso es lo que me hace amarla más. —La amo por lo que es, tal cual, la amo ¿por la mujer que es, por la gran hija , la amo simplemente por que es usted.
—Tengo miedo. —Dijo Zilesh con lágrimas en los ojos.
—Miedo, ¿Miedo a que? —le pregunte—.
—A que juegue con mis sentimientos y no me valore, por que lo amo, se que lo amo desde aquella charla y lo entiendo mas de lo que usted se imagina.
—Entonces que espera, no tenga miedo que yo la amo, y por que la amo quiero lo mejor para usted y se que lo mejor para los dos s que estemos juntos.
—Ayúdeme para que no le tenga miedo al amor. —Me dijo mientras se acercaba y tomaba mis manos entre las de ella—.
— ¿Eso es lo que quiere?
—Si, por favor.
En ese momento me acerque mas a ella hasta quedar sus labios y mis labios y mis labios entrelazados, comenzando a besarla lentamente, llenando de amor cada espacio de su corazón, borrando de nuestras mentes todo, hubiera querido quedarme eternamente en su boca para luego recorrer todo su cuerpo y asi amarla por siempre. Después de aquel beso, continuamos la charla.

Gisse dijo...

— ¿Usted nunca se ha preguntado de que color es el amor? —Pregunto Zilech Gastón—.
—No lo había pensado, ¿Usted lo sabe?
—La respuesta esta en el silencio que entrelaza dos cuerpos; al mirarte, contemplarte y saber que existes, en el anochecer soñándote; el amor es el color, solo el color de sentirte.
—Esto que le acabo de decir lo escribí en uno de mis cuadernos que quiero mucho, allí acostumbro escribir poemas, frases o a veces solo escritos y esta pequeña frase se la escribí a mi ídolo, todo lo que he escrito ha sido para el y ahora se la digo a usted por que es exactamente lo que usted me hace sentir, —Me lo dijo tan sincera que sentí un nudo en la garganta, si supiera que yo soy al que le escribe, pensé—.
No sabia ni que decirle, me quede callado, temía decirle la verdad, sabia que se enojaría; ahora las cosas eran distintas, ella era una persona con un alma muy pura capas de entregar todo por amor.
—Señorita, —le dije después de un rato sin hablar—, ahora no se ni que decirle lo que importa es que nos amamos y me encantaría compartir muchas cosas con usted.
—Sabe hay momentos en los que me siento tan sola —dijo Zilesh Gastón—, momentos en los que quisiera tener a quien compartirle mi vida, momentos tan llenos de tanta tristeza que a veces pareciera difícil de superar. —Me dijo con la voz cortada—.
—Pensar que a veces tienes que dar otra cara a la sociedad aun que por dentro te sientes muy mal, hace tiempo tuve dos amigas, muchas veces quise platicar mis inquietudes, temores, alegrías, tristezas, pero ellas siempre se mostraban desinteresadas, pensé que ellas tenían suficientes problemas como para ponerse a escuchar los míos o que quizás las enfadaba por lo que recurrí a mejor guardarme mis sentimientos y sentirme siempre sola es por eso que deseo tanto tener con quien compartir y ese es usted señor Edison.
—Sus intereses serán mis intereses, sus sentimientos serán parte de mi, ya sabe aquí tiene al hombre que eternamente le amara.
Después de la larga charla y el paseo por el parque ya nos encontrábamos fuera de casa de Zilesh.
—Gracias por este paseo le estoy muy agradecida, dios le bendiga, —dijo ella enseguida de que llegamos—.

Gisse dijo...

—No tiene que agradecer, espero que se repita otra noche como esta.
—Me encantaría, pero no será pronto, yo viajare, me van a operar para que pronto pueda ver y mañana mismo me voy.
Pensé, que voy hacer ahora que recupere la vista ella se dará cuenta de quien soy y se molestara mucho.
— ¡Que! Mañana, pero ¿a donde? —le dije sorprendido, no podía creer quede un día a otro se fuera de mi vida.
—Me voy a ir a la capital pero luego vendré, solo serán un par de semanas.
—Y se le hacen poco siendo que nos acabamos de conocer, no hemos estado mucho tiempo juntos.
—No es que se me hagan pocas, pero pudieron a ver sido mas semanas para guardar reposo en la capital; luego nos veremos y platicaremos ya estoy muy cansada, hasta luego.
—Serán eternos los días para que la vuelva a ver y poder sentirla de nuevo tan dentro de mí, poder tocar su alma, al ver su mirada.
—Adiós, —dijo mientras se retiraba—.
— ¡Espere! No puedo dejarla ir asi serán un par de semanas las que ya no nos veremos.
— ¿Y que es lo que quiere? —Pregunto mientras se acercaba de nuevo a mí—.
La tome de los brazos, la jale hacia mi, la bese como si jamás la fuera a volver a ver, la abrase hasta poder sentir su corazón con el mío palpitar fuertemente y le susurre.
—Siempre seré parte de tu vida, enamorarte día a día, siempre a mi lado, nuestras almas unidas por el resto de nuestras vidas, pase lo que pase cuando regreses jamás olvides que este amor es sincero y que te amo.
— ¿Por que lo dice?
—Por nada, solo prométamelo, si.
—Te lo prometo.

Gisse dijo...

En esas dos semanas, me la pase dedicado a la película, siempre trabajando por jornadas largas, la noche en casa era el único tiempo que tenia para mi, me la pasaba escribiendo canciones, poemas o frases algo que teníamos en común ella y yo.


En una de esas noches le escribí este poema:


Solo en mi casa pensando en ti
escribiendo este poema para ti
a la luz de la luna recorriendo
aquella ilusión,
solo aquí recordando
solo aquí soñando.


Poco a poco
mis ilusiones fueron
creciendo
solo aquí soñando
solo aquí recordando
solo escribiendo
el placer del amor.


Solo en mi casa pensando en ti
solo tocando tu corazón en la distancia
y regalarte esos colores del amor
construyendo aquel arcoíris
aquel arcoíris lleno de ilusión.


solo en mi casa pensando…
pensando en ti mi amor.

Gisse dijo...

CAPITULO 5
A si pasaron los días, yo de vez en cuando visitaba a la señora Cecilia, la mama de Zilesh Gastón para que tuviera un poco de compañía, y asi al mismo tiempo nos acompañábamos los dos.
Solo faltaban dos días para que regresara Zilesh de la capital, estaba muy nervioso, ella ya no seria ciega y me vería cara a cara, se daría cuenta de quien soy, la verdad saldría a la luz, no sabia lo que pasaría sentí la necesidad de platicarle a la señora Cecilia todo lo que había pasado entre Zilech y yo, decirle que yo soy Emilio Dulver.
Termine la platica y fue diferente a como me lo imagine, pensé que la señora Cecilia se molestaría y no me comprendería, pero no fue asi me dijo que desde la primera vez que la visite se dio cuenta que era un buen hombre y que sabia que yo amaba a su hija, ya ella ya sabia mucho sobre esto, y lo sintió desde el primer momento, y que su hija sabría comprender por que le mentí. Ojala sea asi, —pensé—.
Se llego el día de verla, la señora Cecilia y yo fuimos al aeropuerto a recibirla, estaba temblando de emoción me vería por primera vez y eso era increíble.
La vi venir, venia hacia nosotros, abrazo a su madre y le dijo.
—Madre, pero si no has cambiado desde la ultima vez que te vi, estas igualita, —le decía mientras tocaba su cara sin poderlo creer y con lagrimas en los ojos—. De la emoción me paso desapercibido pero enseguida me miro, la mire se acerco y me dijo.
—Pero si es… es usted, no es cierto, madre que gran sorpresa, ¿pero como le hiso para prepararme semejante sorpresa?
—Hay hija pasaron tantas cosas.
—Tienes que hablar muy seriamente con el.
—Madre pero por que si a penas y lo acabo de conocer solo lo conocía por fotos, revistas, televisión y todo ese tipo de cosas.
—Eso crees tú.
—Deben platicar, los dejo.
—Esta bien gracias madre.

Gisse dijo...

—Prométame que no se va a molestar con migo, prométame que al menos seguiremos siendo amigos, y que me dejara seguir siendo parte de su vida, prométamelo.
—Me esta asustando señor Dulver, ¿Por qué me dice todo esto si lo acabo de conocer en persona?
—No es asi, eso cree usted por que nunca me había podido ver, es por eso que mi voz le sonaba tan familiar a la de Dulver pues Edison no existe, —le dije lleno de nervios—, con el que ha estado platicando todo este tiempo ha sido con su ídolo, al que le escribe tantos, poemas, tantas frases y por el que le brillan los ojos cuando habla de mi, soy el que le ama con todo el corazón sin importar nada ni nadie solo usted y yo. Necesito sentirla junto a mí, no quiero estar solo, dejando pasar todos aquellos momentos, pasar un día lejos.
— ¡Que! ¿Pero por que lo hiso? ¿Por que no me dijo desde el principio que era usted? ahora es que entiendo por que mi sentir era tan parecido usted. ¡Edison no existe! —Me dijo sorprendida—.
—Lo hice por miedo.
—Ahora es usted el que tenía miedo, miedo ¿por que?
—Miedo a no ser amado por el ser humano que soy, miedo a que solo me quisiera por mi dinero o por mi fama, que equivocado estaba.
—Y el amor que siente por mi, ¿ese amor si existe o tampoco existió y solo jugo con migo?
—Jamás jugaría con este amor tan puro, si no la amara no estaría aquí explicándole todo lo que paso.
El que lloro ahora fui yo cuando le dije.
—Perdóneme si perdóneme, comprenda por que lo hice, —le dije mientras la abrazaba y mi cuerpo reconocía a su cuerpo—.
—Sabe cuantas veces he soñado con un momento asi, con un amor asi, lo amo no por que sea un artista, por que tenga fama, o por su linda cara, lo amo simplemente por que es usted, por su entrega, por su nobleza, por su incondicional amor, quiero lo mejor para usted.
—Yo la amo y no tiene idea de cuanto, y si su felicidad ahora que sabe quien soy es lejos de mi me iré pero si su felicidad es estar junto a mi me quedare.

Gisse dijo...

—Este perdonado, lo amo como no podría perdonarlo. —lo dijo con lagrimas en los ojos.
—Por favor lléveme hasta recorrer los secretos que guarda en su piel, a tu lado olvido el pasado, solo con venir a mi lado, soy feliz.
—Vamos, venga y confié en mí, —le dije muy animado después de haberme perdonado—.
Llevamos a la señora Cecilia a casa y nos fuimos a Wilcox un pequeño pueblo de Rio de Janeiro, queríamos alejarnos de la rutina descansar de la ciudad, tener completa libertad de hacer lo que quisiéramos con nuestro amor, disfrutar de las maravillas que nos ofrece la naturaleza, tener tiempo solo para los dos.
Tome la decisión de pedirle que se casara con migo, para construirle el mundo ideal que se merecía ella acepto ahora estoy aquí escribiendo las ultimas paginas de mi historia de amor ya solo falta un día para que mi vida se una a la de Zilech Gastón el amor de mi vida para entregarle mi amor por siempre.



FIN

Gisse dijo...

NOTA: Aqui dejo esta pagina que me fue de gran utilidad para aprender un poco sobre como y en donde se ponen los guiones en una conversacion:


http://comunidad.terra.es/forums/thread/12298710.aspx